LOS UNOS Y LOS OTROS
Hola.
Soy licenciado en filosofía por la UNAM, pero, de trabajo en mi ramo ¡ni madres! Vivo en un pequeño pueblo en el norte de México, con clima agradable (es un pueblo mágico), cerca de una ciudad importante.
Por ser un bello lugar los miembros importantes de dos cárteles, los unos y los otros (claro, son nombres ficticios, por aquello de las flies) viven con sus familias en palacetes de lujo, el jefe de los unos “el vaquero” es un tipo alto, fachendoso, sombrero tejano, botas revestidas de piel de cocodrilo. Tiene una colección de armas, en la que destaca una pistola con cachas revestidas de oro. El jefe de los otros es un tipo sencillo y le dicen “el profesor”, discreto en su manera de ser, pero con una mente diabólica.
Mi trabajo es como secretario del jefe de la policía, este y el agente del ministerio público son contlapaches del vaquero. El pueblo sirve de paso a las drogas que van a las ciudades fronterizas y de ahí a USA, Por lo general el pueblo es tranquilo, aunque, de cuando en cuando los sicarios de ambos bandos se matan mutuamente.
¡Sorpresa! En la madrugada fueron abatidos mi jefe y el agente del ministerio público, literalmente cosidos a balazos al salir del burdel del pueblo, sus guardaespaldas se pelaron. Nadie sabe nada.
Me llegó a ver el profesor, me entregó envuelta en papel celofán la pistola del vaquero y me dijo:
—Ahora tú eres el nuevo jefe de la tira, vas a la ciudad y le entregas la pistola, que le robamos al capo de los unos (el pendejo ni se dio cuenta), al general comandante de la guardia nacional, él ya sabe de qué se trata.
La pistola tenía las huellas digitales del vaquero y con ella despacharon a los difuntos. Con estas evidencias fueron tras el mafioso, claro, se les peló y con él todos los miembros de su cártel.
Tengo fama de ser un excelente investigador, todos los desaguisados que suceden en el pueblo, los resuelvo, desde luego después que el profesor me da el pitazo. Esto nadie lo sabe. El capo quiere tranquilidad y pasar desapercibido sólo dedicado a su negocio, llenar a los E.E. U.U. de droga.
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