buenas tardes... tuve un sueño... un anciano bastante alto y muy delgado toco la puerta de mi casita... le vi y sus enormess ojos negros y brillantes me hicieron sentir el balsamo de la confianza...
le hice pasar... le invite café y unos panecillos... y luego de un largo silencio, pues, soy una persona que observa a los seres humanos con mucha intensidad... le pregunté a qué se dedica... soy un doctor complementario... no le entendí... me explico que usaba a las plantas para ayudar a personas con sus males... algunos salian sanos y otros no...
sabemos muy poco del cuerpo humano... sabe usted que el cuerpo humano dura en proporción más que muchas criaturas de este planeta... las cucarachas tienen un tiempo exacto de vida... el ser humano no... es algo maravilloso el cuerpo humano...
recorde mis charlas con varios medicos... e igualmente certificaron lo mismo...
de pronto calló y me dijo que en otra vida, yo había sido un gran doctor... que tenia cassi siempre un corazon en las manos y que gustaba observarle como quien mira a una criatura milagrosa... le miré pero no supe que decir...
he venido, dijo el señor, para ayudarle en cumplir su destino... seguir con las plantas... usted sería mi ayudante y seguiría esta bella tarea si así lo sintiera...
sé que lo hara bien... usted ama... y ese factor es poco usual en las personas que sirven a la humanidad...
la claridad es un don que no es domesticable, está como un ave de paso... y se posa sobre los seres que buscan el amor...
el hombre se paro y me pareció mas pequeño y mas anciano... le acompañé a la puerta y antes de irse me dijo que mañana vendría por la noche...
esto ocurrió a lo largo de cinco años hasta que un día dejo de venir... no supe mas de él... pero me dejo una herramienta que me daría tanta alegría como el ver una puesta de sol en cada mirada de todos los enfermos que conocí...