Nuestra familia parte 6

El tercer día de clases la vio de nuevo.
-Creo que venderé dulces – comenta Gabino – la verdad es que necesito dinero – ¿me estás haciendo caso? – pregunta el joven.
-Ah sí claro.
- ¿Dónde andas guey?
-Perdón ¿Qué me decías?
-Ah ya sé. ¿Es por ella? – la señala desde el balcón dentro del edificio.
-Yo la conozco.
- ¿De dónde?
-Yo repartí agua en su casa.
-Te gusta ¿verdad? Si quieres podemos investigar de ella.
Los jóvenes se dieron cuenta de que Nuria es maestra de pedagogía porque la vieron al frente de un grupo.
-Dudo que se fije en mí.
-Ay relájate. Podemos ir a ofrecerle los dulces que traeré la próxima semana.
Emilio pensó que era buena idea.

Enrique por fin pudo ver a Nuria. Muy a su pesar lo saludó.
-Es un verdadero milagro.
-Claro – respondió Nuria sin mucho interés.
-Te estaba buscando – Enrique quería hablar con su amiga - ¿por qué te cambiaste turno? ¿Tienes algún problema?
-Sí, tú – pensó ella.
- ¿Podríamos comer hoy?
- ¿Comer?
En ese momento sonó el teléfono de Enrique.
- ¿Qué pasó amor? – pronunció el maestro.
-Tengo clase – de inmediato, molesta se fue a clase siendo ignorada por Enrique.
Nuria investigó los horarios de Enrique para definitivamente no verlo en la escuela.

-No seas infantil, ni parece que sea más grande que tú. En qué siglo vives, y tú con esas tonterías – lo regañaba Gabino – anímate, háblale.
-Pero ¿Cómo me acerco a ella?
Después de la cinco de la tarde, Gabino entró a la pequeña oficina de Nuria que estaba junto a la de otros maestros.
-Buenas tardes – pronunció Gabino.
-Hola – respondió educadamente.
-Estoy vendiendo dulces.
-Déjame ver – Nuria atrajo la caja de dulces y eligió algunos.
Afuera de la oficina estaba Emilio. La observaba a detalle, ella lo miró también pero no lo reconoció. Ella le sonrió y él se emocionó.
Emilio, el sábado se presentó a trabajar. No quería fallarle a nadie.
-Como te fue en tu primera semana?
-Muy bien. Espero que así sea toda la carrera.
-Así será. Pues… hay que entregar en el fraccionamiento, ahí tienes la lista de los departamentos.
Roberto abrió la reja, Nuria lo vio entrar a la casa cargando los garrafones reconociéndolo, pero no dijo nada porque Julieta estaba en la sala.

Continuará…