Nuestra familia parte 4

Emilio comenzó a repartir garrafones en su triciclo desde temprana hora. Un dolor en la espalada apareció, se estaba volviendo una constante.
-Lleva tres garrafones a los edificios.
- ¿Al departamento de la señora Julieta?
-Si. La señora no está. Te va abrir la reja su hija.
-Está bien.
Se dirigió al fraccionamiento, Nuria ya lo esperaba en la puerta.
-Buenos días – dijo él.
-Hola, buenos días – ella seguía molesta por lo que había pasado con Enrique.
Emilio se dio cuenta que la mujer que estaba en los retratos era la misma que estaba viendo frente a él.
Nuria mostró poco interés al verlo, le dio lo mismo. A Emilio no le dio lo mismo verla.
Días después, de nuevo Emilio vio a Nuria. Él le sonrió, pero no fue correspondido.

Por la tarde, Emilio revisó la convocatoria de la universidad, ese mismo día llenó la ficha para el examen de admisión.
-Ya tengo la ficha del examen.
-Mañana mismo la pagamos – Clara dijo desde la cocina.
-Yo tengo dinero.
-Para nada, nosotros te lo pagaremos - le reiteró su mamá Clara.
El joven llegó el último día de inscripciones para realizar su trámite.

La navidad y el año nuevo surgió simple, sin novedades, sin felicitaciones ni regalos. Todos con caras largas, malas actitudes. Eso desanimaba completamente a Nuria mientras que Emilio celebraba humildemente con sus papás.

Al inicio del año se aplicó el examen. No era la primera vez que se sometía a un examen de esa clase. El primero fue para ingresar a la preparatoria, pero ahora era para ingresar a la universidad. Contestó todos los reactivos, no le importó ser de los últimos, tenía que responderlo correctamente.
Faltaban diez minutos para terminar el examen, seguro de sus respuestas un profesor le recibió el examen.

El lunes por la mañana, regresaron de las vacaciones. Enrique se sorprendió que su amiga Nuria no estaba en su oficina, pasaron las horas y ella no llegaba.
- ¿Sabes dónde está la maestra Nuria? – preguntó Enrique a la secretaria.
-La maestra Nuria llega después de las dos de la tarde.
-Pero ella siempre entra a las siete de la mañana.
La secretaria revisa la carteta de horarios y verifica que Nuria se cambió de horario.
-La maestra Nuria está en el turno vespertino, todas sus materias son en la tarde.
- ¿Pero? ¿Por qué se cambió de horario? – Enrique, cuestiona a la secretaria.
-Desconozco esa información.
No quería toparse con Enrique. Se las ingenió para no verlo. Los horarios de Nuria y Enrique no coincidían y a Enrique se le hacía complicado esperarla, tenía que llegar a su otro trabajo. Al final, su novia Angela lo tenía apendejado.

Un mes después, Emilio recibió la noticia más esperada de toda su vida. El joven estaba frente a la computadora, no quería saber el resultado.
-Anda hijo, queremos ver el resultado – dijo su tío Domingo.
El joven respiró y entró a la página de la universidad. Cuando entró a su sesión se enteró del resultado.
Había sido aceptado a la universidad en el turno vespertino.

Continuará…