Se acabó febrero mientras se pierde un poco más la sensación de que puedes controlar tus voces, tus demonios...

De pie, en ese balcón que te recuerda que el tiempo ha pasado irremediablemente, notas como el aire aún frío recorre tu cuerpo, acariciando con dedos gélidos cada parte que esté al descubierto mientras... un corazón late más allá de tu piel.

Tumbado, en esa cama que te abrazaba caliente mientras unos leves rayos de luz se colaban entre las cortinas y convertían el simple polvo en partículas mágicas que cubrían toda la habitación, relativizando el tiempo y la distancia.

Caminando, avanzando al ritmo que te marca la vida aunque no la entiendas, mirando, sonriendo, respirando y sintiendo, solamente eso...

Recordando...