DESVENTURA DE UN SIMPÀTICO JOVEN

“La verdadera pereza es levantarse a las 6 am para tener más tiempo de no hacer nada”
Autor: No sé (no es mío)

Atlixco, es mi bella ciudad donde nací hace 30 años. Hoy es lunes y me preparo para ir a mi primer trabajo en una fábrica textil de un compadre de mi padre, no de gerente como sería la categoría a la que pertenezco sino de vulgar “chalán”. Esta es mi primera desgracia.

Mi padre confesor (de la iglesia San Agustín) me dijo: “no te juntes con cabrones (se refiere a mis amigotes de cantina), es necesario que ya trabajes”.
Yo le repliqué “el trabajo es un castigo divino y su origen es cuando la jariosa de Eva se folló a Adán. El Señor los vio y de castigo los corrió. A Eva le dijo parirás con dolor y al pobre de Adán trabajaras con el sudor de tu frente”. Por ahí va. La verdad no sé porque el curita se enojó.

Mi madrecita, santa mujer, siempre se dio cuenta que yo soy un poeta y debo estar libre de preocupaciones (como del plebeyo trabajo) para poder crear bellos poemas. Por desgracia mi mamita se acaba de ir al cielo. De regreso del panteón mi desobligado padre me dijo: “ya no está quién te alcahueteaba, así que se te acabó el dinero fácil y a trabajar”. No me duele que me haya “levantado la canasta”, sino el pinche trabajo que me consiguió.

Aparte del buen clima, en mi ciudad existen bellas mujeres (Atlixco de las flores), lo malo es que se necesita dinero para conseguir una. Una hermosa damisela a quien le “tire los perros”, se río y no contenta con eso me dijo: “estás pendejo si imaginas que le haré caso a un aprendiz de mantenido como tú”.

A la iglesia el domingo iré a pedirle a Diosito me consiga una mujer rica, aunque sea vieja y fea, pero eso sí con lana.