EL DINERO
Hola:
La historia dentro de mi complicación actual es sencilla.
Mi abuelo fue abogado de pueblo y mi padre odontólogo. En la universidad del estado estudie leyes, un compañero mío de la prepa es un genio para los números y estudio economía recibiéndose con honores, yo no, me recibí, pero mis calificaciones eran mediocres.
La sorpresa que tuvimos es que este compañero de familia pobre, de repente casa lujosa, carro deportivo del año, como es natural dejó de hablarnos. La riqueza es selectiva.
En mi bufete, gambeteaba la pobreza: poco trabajo, divorcios, pleitos mercantiles, etc. Pero, escasos. De repente me llama mi amigo de la prisión federal donde era huésped para que lo representara. Me dijo: “yo era el lavador de dinero del cartel “Los burros”, apresaron al capo. A este cabròn “le dio frío” y soltó la sopa para que le dieran menos condena. Por eso estoy en el tambo y necesito que me saques, fuera de la palabra del chismoso no hay evidencias pues bien sabes que no soy pendejo e hice las tranzas bien”.
Efectivamente, no fue difícil sacarlo, previa compensación millonaria al juez que llevaba la carpeta de investigación. Mi amigo nomás salió de chirona se peló y hasta la fecha no sé dónde está. “Adiós mis honorarios” pensé.
Después de un año, me llegó un paquete lleno de dinero verde (dólares), un chingo. Y sólo una nota: “nada de bancos ni casas de cambio, son muy chismosos, sólo efectivo.”
Supe que el juez se hizo “ojo de hormiga” y tengo miedo de usar el dinero. La verdad, siento pasos en la azotea.
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