"Oijjj... No sé", me dijo.

A veces le veo así, dudando tanto y poniéndome en duda a mí, pero creo que dentro de esas respuestas hay varios no y varios sí que se acumulan dándome también alguna seguridad de vez en cuando.

A veces yo también le contesto así mismo y la verdad es porque no encuentro respuesta a todo, pero me da otras oportunidades cuando cree que tengo la respuesta. A veces sé que es porque no me quiero responsabilizar de algunas decisiones, a veces me da paja pensarlas. Me he dado cuenta de cuánto evado ciertos esquemas que revientan en la cabeza.

Me dice "Bueno" cuando doy respuestas certeras a sus preguntas acerca de qué haré.

Su aprobación me da una felicidad fundada en lo que llevamos y en lo que somos. Y me gusta. Me gusta mucho el hecho de que me pida abrazos, me pida masajes y que esas sean muestras físicas del afecto que nos tenemos, más que los besos incluso. Más que las miradas que nos debemos.

Se ha vuelto muy importante el saber reconocernos. Ya van a ser cuatro años y me llama la atención que me lea tan bien y me haya ayudado a mejorar tanto de mí y a la vez ayudarse a también mejorar.

No sabe cómo le veo, es por eso que a veces deseo poder, aunque suene macabro, sacarme los ojos y poder prestárselos para ver cómo ilumina las noches más oscuras y me da sombra en los días más cálidos.

Y verse como la persona que es.

Una muy buena persona.
Una muy buena compañía.
Un muy buen ejercicio de amor y de respeto. De cuidado y de cariño.

Y que se vea bien.

Gracias por tanto Genesis Reyes