Inicio / Cuenteros Locales / Decameron / La Revelación de la Pared Como Tranquilizadora de Nervios
Hay que darle piñas a la pared cuando un acontecimiento negativo sucede, nunca lo duden. Comienzen con pequeños puñetazos hacia el punto de quiebre de la pared, generalmente ubicado en la mitad, horizontal y verticalmente de esta.
Den unos golpes suaves con sus dos manos; recuerden usar los nudillos para desmembrar la pintura y el reboque de tal manera que al décimo cuarto gólpe queden al descubierto los ladrillos, el cemento, o los adoquines reforzados con los que está hecho el enemigo.
Luego con confianza intenten dar una trompada acompañada con todo el cuerpo, aunque parezca difícil, no lo es: Uno se prepara para lanzar un golpe normal, pero al comienzo de este, se giran las caderas y se acompaña al puño con el antebrazo, al antebrazo con el brazo, al brazo con el hombro y al hombro con el torso. Con esto usted se dará cuenta que la pared ha empezado a desmoronarse.
Ese es el momento indicado para desatar la furia, trate de gritar en el mimso momento que le aplica un par de upper-cuts a los pedazos que caen desde la parte superior.
El grito utilizado es a su elección, pero siempre tieme que ser por arriba de los 700 deciveles, asi le saldrá mas potente el intento.
Nota: Si la pared se resiste, comienze a utilizar las piernas o la cabeza. |
Texto agregado el 07-10-2004, y leído por 159
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