Poema
La distancia y los medios modernos de comunicación muchas veces distorsionan y confunden la realidad en lo relativo a la percepción de la comunicación y la expresión de los sentimientos, más aún cuando en esa expresión usamos la metáfora y en ningún momento mencionamos algún nombre o seña que identifique al verdadero o verdadera persona a la que pueda ir dirigido.
Por lo tanto aquella comunicación se transforma en una expresión impersonal y a la vez se personaliza en cada uno de aquellos o aquellas que tienen acceso al medio que la porta, es decir lo que originalmente era o pretendía ser un mensaje personal y único se transforma en una misiva con cientos y miles de destinatarios y/o destinatarias, quienes podrán llegar a sentirse, únicos y creer que son la persona que estaba en la mente de quien generó la comunicación.
Por lo escrito en los párrafos anteriores es que me permito publicar este poema, que en algún momento tuvo nombre y destino. Hoy 14 de febrero, dado que en este tiempo que nos toca vivir en un mundo con encierros, aislamientos, vacunas y salvoconductos por la pandemia, posiblemente tal como yo muchas personas puedan estar solas o separadas por distancias obligadas, por ello pienso que con mis letras las puedo acompañar.
Canto para ti bella mujer
Porque eres bella en la alegría y hermosa en la tristeza,
hoy no quiero escribir, ni ensuciar con rayas el papel.
Quiero cantarle a tu belleza, cantarle a tu bondad,
cantar una canción a tu gracia y tu armonía,
al trino de tu canto y al encanto de tus ojos,
al corazón de tus labios y al embrujo de tus besos.
Cantarle a tu risa y porque no, también a tus enojos.
Quiero entonar una canción con el eco de tu voz,
y modulando un beso en tu boca, quiero cantar para ti.
Que canten juntas conmigo todas las voces del mundo,
que vengan raudos vibrando los grillos del campo,
que se acerquen ondinas y las musas del canto,
que vengan en bandadas trinando las aves canoras,
y con música de mil violines y arpegios de viento,
se unan voces y trinos, en coro cantando, solo para ti.
Quiero que mi canto sea cómplice en tus ratos de alegría,
que te regale una sonrisa cuando te venza la tristeza
y sea el compañero fiel cuando estés en soledad.
Quiero que acorte la vigilia en las noches largas de tormenta
y que ayude a conciliar el sueño reparador de tu cansancio.
No quiero cantarle a la vida, al tiempo o al destino,
mucho le he cantado a mi pueblo, a mi tierra y a mi gente.
Hoy mis versos en verbo, adjetivo y sustantivo
solo saben escribir, modular y cantar tu nombre.
con voz clara y el alma henchida puesta en las estrofas.
Mi canto es todo para ti compañera de mis sueños,
porque tu nombre es la letra y también la melodía.
Incluido en libro: La novia del viento
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