ayer me quitaron los ojos... todo negro y hermoso... quizás escucho más... el sonido del silencio es puro... y el vuelo de los bichos por la noche me encanta como si susurraran arabescos por mi cuarto ya negro por siempre... no podré leer ni manejar... ni apreciar las tardes donde el alborear deslumbra mi alma... ver el brillo de unos ojos amantes... me queda escuchar, oler, tocar... amar, soñar... aún queda tantas cosas por vivir... y sobre todo, no haré más que hurgar ese lugar donde las puertas del mundo se cierran... llegaré a esas aguas internas donde una balsa espera la partida hacia un valle donde ni un ser ha podido entrar... quizás no vuelva... quizás no viaje... pero, dejaré que mi ser entre sin el temor hacia un lugar donde todo es vida y eternidad... donde brilla la oscuridad y el silencio es el canto más hermoso y las nubes que respiran son los ojos de un dios que juega a la belleza escondida...
brillare... brillaré en un lugar donde solo se respira paz...