Vuelta tras vuelta,
gira y se expande la vida.
¡Y yo mirando desde el centro!
La realidad se estrecha
en cada embriagado giro
sobre superficies cilíndricas.
Un manto de estructuras artificiales
tragándose todos los sentidos.
Atrapando la existencia.


Realidad que se transforma
en sensaciones,
en encandiladas miradas
en suspensión hacia la nada.
Vuelta tras vuelta,
gira y se expande la vida
violenta y desenfrenada.


En el ocaso
desciende la luz
sobre el horizonte
y en cada giro,
se nutre mi ascenso relativo
hacia un cielo de sombras.
Inmensidad en la oscuridad
que se traga el tiempo.


Siento flotar mi cuerpo
con el alma en vilo.
Siento en mi piel contacto
de dulce desprendimiento.
Cae el cuerpo
entregado al sueño
y en los pensamientos
se pierde el empeño.


Tibio desvanecimiento
que se diluye
en la inconciencia.
Unos segundos más
y flotaré en el cielo.
Unos segundos más
y estaré durmiendo.
Unos segundos
y ya mi boca
está sonriendo.