El círculo expresa en sí mismo la magnitud de todo lo completo, lo acabado, el principio y el final entrelazados, confundiéndose, confundiéndote.
La estabilidad desaparece mientras la ansiedad florece poco a poco, como una neblina densa que comienza a propagarse difuminando a su paso la realidad que nos rodea, dejándonos atrapados dentro de la circunferencia, de lo correcto, de la perfección, del círculo...
En el vacío donde el todo y la nada convergen y aparece el miedo, el ahogo, la voz que te consume gritándote, gritándote...
No lo conseguirás, no lo encontrarás...
Mientras tu cuerpo se agita convulsionando por todo aquello que ha perdido, la parte minúscula del ser que no está donde debería estar...
Y...
Despiertas, vomitas e hiperventilas buscando el círculo, mirándolo, proyectando que solo ha sido una pesadilla, la pesadilla y decides dejar de dormir por ese día.
Atrapado en el círculo.
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