Inicio / Cuenteros Locales / cao / Plastic Revolution
El taco a esa hora en avenida Providencia era un terrible despelote. En el interior del continental color plata, el matrimonio no habla, sólo mira a la calle. Es invierno y la llovizna cubre el parabrisas con diminutas gotas. En los parlantes suena la voz de Milton Do Nascimento en sonido digital. Ella lo vio una vez hace años con los ojos inyectados tirándole piedras a los 'pacos'. De inmediato la virilidad y la rebeldía de sus actos la enamoraron. Mientras lo miraba sentada a su lado, los recuerdos de cuando eran jóvenes se le agolparon. En aquel entonces él acostumbraba peinarse con las cuerdas de una guitarra y a dar recitales en las fogatas mostrando un repertorio impresionante de canciones de protesta. En su tiempo algunos incluso lo llamaron 'el Silvio chileno' por el falsete que le ponía cuando cantaba 'el playa jirón'. Estuvo vinculado un tiempo con el Frente Patriótico. Ella fue feliz a su lado en cada protesta que se organizó durante el plebiscito. Con los años se fueron a vivir juntos, tuvieron los hijos y con el advenimiento de la democracia, entraron al 'servicio público'. Antes debieron pasar por la universidad privada. Desde que él es diputado viven en una comunidad ecológica en Peñalolen. Detenidos por la roja del semáforo, ella lo mira ahora que está más viejo y conduce un auto americano. Acaban de cruzarse hace unos minutos con un carabinero del tránsito que estuvo a punto de infraccionarlo por pasarse un ceda el paso. Ella no sabe qué fue de aquel chascón revolucionario que le hizo clic y una y otra vez recuerda las súplicas que recientemente, y a tan sólo dos cuadras de donde se encuentran, le hizo su marido al paco en motocicleta para que no lo multaran. Parecía un niño remolón, un corderito pidiendo piedad. Ahora él conduce orgulloso por la gracia que se hizo, se acaba de ahorrar casi 35 lucas por la multa. Ella por su lado traga mucha saliva mientras la imagen del marido rebelde se desvanece en su cabeza y desaparece. Un taco en la próxima esquina le anuncia la entrada al estacionamiento del shopping. Antes de virar, él revisa si trajo las tarjetas de crédito o no. |
Texto agregado el 07-10-2004, y leído por 391
visitantes. (10 votos)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
22-10-2004 |
|
El tiempo trae consigo cambios que no siempre deseamos y nos hacen añorar de vez en cuando los tiempos de rebeldia, excelente...besos maniels |
|
| |
|
|
13-10-2004 |
|
Mi papa tambien cambio muchisimo, podria decirse lo mismo de mi mami, el caso esta en que parece que va de la mano con la edad y el matrimonio, en fin, es todo un lujo leer su historia, maestrazo! Aramis |
|
| |
|
|
11-10-2004 |
|
yo creo que la vida de tods se arruina al casarse je je, fue un buen relato el tuyo. darkgirl |
|
| |
|
|
09-10-2004 |
|
válida tu forma de escribir!, mis etrellas para tí!, abrazos!. carolala |
|
| |
|
|
09-10-2004 |
|
¡Me encantó! Cuantas personas habrán cambiado de esa manera, rebeldes, hippies, inconformistas...todos se convierten en burgueses capitalistas a la minima de cambio, jejajajajja...creo que está muy lograda la sensación de la mujer, esa nostalgia de lo que fué su marido yoria |
|
| |
|
|
Ver todos los comentarios... |
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|