No soplarán los vientos sin confianza que impulse la marea hacia un destino, ni habrá sin optimismo en la balanza nada que cosechar en el camino. Porque al sembrar también se ofrece el alma, y las semillas concebidas esparcen la esperanza mientras crece la paz entre experiencias percibidas. Confiar es no temer pese a lo incierto de un viaje donde el tiempo se sucede atravesando sueños y promesas. Confiar es arribar sereno al puerto después de navegar por mil sorpresas que la vida azarosa nos concede.
Texto agregado el 12-01-2022, y leído por 134 visitantes. (2 votos)