escuché decir que el señor está en todas partes... me puse a pensar si estaba al lado de mi amigo agonizando en un asilo... en los niños de la guerra civil en Somalia... en las personas que llevan el poder ejecutivo de una nación en sus manos... en los jueces... en el ladrón... el asesino... en los militares... en los ignorantes... en la iglesia... en el papa... en mi madre... en mi...
no puedo hablar por los demás... pero puedo hablar por mi...
siempre sentí y vi, que, a cada acción buena o mala, la decisión siempre está en mí... cuando mi corazón temblaba sabía que no era una buena decisión... y cuando la tranquilidad me bañaba, sabía que era la correcta... aun así, muchas veces tomaba la mala decisión... pero siempre, siempre, siempre sabía que podía corregir mis pasos...
ha pasado el tiempo y mi vida se ha vuelto muy simple... busco la tranquilidad de una vida que se acaba... busco escuchar a poca gente... caminar y ejercitar mi cuerpo ya gastado... comer poco y bien... saber que estoy en los últimos tiempos en este planeta... y cada día respiro profundo, muy profundo y agradezco a dios por un día más de vida, aunque dicho día esté lleno de fracasos y engaños, siempre hay lugar para la humildad y el perdón que levanta mi alma hacia un lugar donde hay una paz y tranquilidad a la hora en que me encuentro solo en mi cuarto de cuatro paredes... y siento que es verdad, dios está en mi... siento la fuerza que me hace respirar... su voz que nace del silencio de todos los silencios... su aroma a paz que inunda todo mi ser... y su rostro iluminado que está en el brillo de la mirada de cada criatura sobre la faz de este planeta... sí, he sentido a dios en mi ser...