No se murió el amor parte 12
Alan habló con Sheila y fue claro.
-Me dijeron que alguien me buscaba, por un momento pensé que era Nacho.
-En realidad él no sabe que vine. Lo único quiero decirte es que Nacho está mal desde que no ve a Gael, está preocupado. Tú lo alejaste y eso te costará muy caro.
-Ese día estaba muy enojada, no pensé todo lo que le dije.
-Si tú no estás dispuesta a recibir ayuda y piensas que tener alejado a Nacho es mejor que te mantengas así. Nacho me dijo que piensa hacer una nueva familia conmigo, y estoy dispuesto a defenderla cueste lo que cueste. Así que te pido que no lo busques por el momento hasta que se haya aclarado tu mente y sobre todo tu hijo y tú, hayan recibido ayuda, hasta yo que soy psicólogo la necesito.
Alan tomó su camino de regreso a casa, fue claro con Nacho. No le escondió nada a su novio, le dijo que visitó a Sheila y le advirtió mantenerse alejada mientas no haya aclarado su mente y recibido ayuda. Nacho reaccionó bien. Alan ya no quería más problemas.
En aquellos días llegó la demanda que Nacho ejerció en contra de esa mujer que los discriminó al intentar adoptar. La mujer negó la situación, pero para su mala suerte, Nacho se encargó de llevar otros testimonios de familias homoparentales que sufrieron lo mismo, a ella no quedó de otras que aceptar su error y fue sesada de su puesto.
El lunes muy temprano Sheila se levantó de su cama para salir. Sabía que esa persona le diría qué camino tomar.
Mary fue una compañera de la universidad. Ella era su guía.
-La verdad es que me sorprendió tu llamada – le dijo Mary – tenía años que no te veía. ¿Cómo estás?
-Mal. Yo sé que fue muy precipitada mi visita, pero necesito ayuda urgente.
- ¿Qué te pasa?
-Tuve un hijo, hoy tiene 15 años.
- ¿Te cásate?
-No. Gael no tiene papá. Bueno sí. Es que mi amigo Ignacio se fue a vivir conmigo cuando su esposo murió.
- ¿Esposo?
-Sí. Él es gay. Lo recibí en mi casa y Gael comenzó a verlo como papá. Un día Nacho decidió irse y Gael hizo muchas preguntas. Gael sabe que Nacho es gay y mantiene una relación con Alan. Para Gael, Nacho es su padre.
-Un poco confuso, pero continua – le dijo Mary con la enredada historia.
-El punto es que hace un par de semanas me enteré de algo. Gael se fue unos días con su padre y su pareja se dio cuenta de Gael sale en la madrugada y regresa unas dos horas después.
- ¿A dónde va?
-Se prostituye – respondió tajante.
- ¿Cómo? ¿Tu hijo de quince años se prostituye?
-Sí. Lo hace desde hace unos seis meses.
- ¿Y dónde estabas tú mientras él se salía?
-Yo no estaba en casa. Yo trabajo en un bar. Soy bailarina exótica. Me siento terrible porque mi hijo se expuso, soy una mala madre. ¿Qué hago?
-Agarrar al toro por los cuernos. A estas alturas ya no estás para preguntar quién tiene la culpa. Lo que tienes que hacer para remediar la situación es no culparte. Eso no te va llevar a ningún lado. Tu hijo necesita terapia, tú necesitas terapia. ¿Qué hay de Ignacio?
-Discutí con él, lo corrí de nuestras vidas. Alan, su pareja fue a verme a decirme que no me acercara Nacho hasta que hayamos recibido ayuda.
-Alan está defendiendo a su familia. De alguna forma Ignacio también tiene derecho sobre Gael, aunque no es el padre legal es una figura paterna importante para tu hijo. Permite que él también participe en el proceso. ¿sigues dando terapia?
-Sí, en la escuela. Pero no he ido al bar. No puedo resolver ni mi propia vida.
-No hay un manual para ser padre. Tu hijo necesita terapia. Hablar de todo lo que vivió. Y no culparte. Ahora, debes poner más atención con tu hijo. Aquí el problema no es que su figura paterna sea homosexual o que su madre de terapia y trabaje en un bar, Gael pasa mucho tiempo solo y ese aparatito que hoy nos permite comunicarnos, en manos de adolescentes es un peligro y eso ya lo sabes.
-Lo sé – respondió Sheila llorando.
-Anda. Sácalo.
Sheila necesitaba resolver sus problemas. Urgentemente.
Continuará…
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