Pedí que te quedarás
que no me dejaras solo
no me hiciste caso
te fuiste de inmediato,
solo tuve que arreglármelas
en este invierno crudo.
Me arropé con lo que pude
una hoguera encendí
y abrigué mi piel
que tiritaba.
Por más que intenté
abrigar mi alma
no lo conseguí,
así me hubiera
tirado al fuego
mi alma seguiría fría.
El hielo me inspiró
versos de agua
que te arrancaron suspiros
pues salieron de tu alma.
Sin pensarlo tanto
saliste corriendo
donde yo estaba,
llegaste pronto
a arroparme con tu piel
que ardía de deseos
por fundirse con la mía.
Desde ese día aprendimos
a cuidar mucho el amor
recuperamos el tiempo ido,
volvimos a hacer el amor
con más pasión que antes.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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