¡QUÈ HORROR!
Hola amigos:
Les cuento que ya voy para los 82 años, muchos piensan que al llegar a los 80 ya nada sucede, más que puros achaques. No es cierto,
Un contemporáneo, amigo mío, de felices 81 años, que nunca se casó, vivió en agradable soltería, con mucho dinero, en la actualidad con excelente pensión. Se dedicó al divino arte de vivir la vida en trabajo, pero, además pachangas, noches que gastar, buenos vinos, damas no decentes (un montón), música y actualmente achaques.
—Fíjate —me dijo—, que me visitó una dama, vieja y fea, que trabaja en el hospital al que voy a checarme y ¿Qué crees que me propuso?
—Interesante, ¿Qué te propuso?
—Matrimonio. Así ganaríamos los dos. Ella me cuidaría en mis últimos años y cuando felpara que según los médicos me falta poco, la dama se quedaría con pensión de viudez.
—¡Caray! Parecería una buena solución. ¿Qué le dijiste?
—La mandé a chingar a su madre. Prefiero entregar el equipo solo y no, que una bruja, fea y vieja además, me indique el camino del infierno. ¡Qué horror!
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