No se murió el amor parte 8

En la clínica los trataron muy bien, decidieron no conocer a la mujer que será “la casita de su bebé” La mujer se realizó una serie de estudios para descartar algún problema, ahora tenían que decidir ¿Quién donaría el esperma?
- ¿Quién será el donante? – pregunta el médico.
-La mujer ¿no?
-Ignacio, se refiere al espermatozoide. Tuyo o mío.
-Oh, perdón.
- ¿Me imagino que tú? – Alan pregunta.
-Debemos hacerles a los dos estudios, normalmente, las parejas quieren tener un hijo de cada uno. Esta misma semana les podemos hacer los estudios. Aquí tienen las indicaciones.
-La mujer que….
-Dejemos de decirle la mujer – Alan interrumpe al médico – ella tiene un nombre ¿Cómo se llama? Nuestro hijo va a preguntar acerca de su madre, tiene derecho a saberlo.
-Esmeralda – responde el médico revisando los papeles – es lo único que tengo autorizado para decirles.

Salieron de la clínica y Alan estaba molesto.
- ¿Por qué estás molesto?
-Las mujeres no son una moneda de cambio.
-Lo sé Alan, a mí también me cuesta entenderlo, pero ella se ofreció. Por alguna razón ella está haciendo esto, y nosotros tendremos una familia.
Caminando a la plaza comercial una persona regresó a la vida Nacho, no lo puso de cabeza, pero Alan se enceló.
- ¿Nacho? – pregunta desde la calle.
-Gerardo ¡Qué gusto verte! – Nacho le dijo y lo abrazó – te presento, él es mi novio.
-Mucho gusto – Alan fue lo más caballeroso que pudo.
Los dos hablaron mientras Alan los miraba con recelo.
-Lamento lo que pasó contigo en la empresa – Nacho tenía que arreglar cosas con Gerardo.
-No te preocupes. Pronto se demostraré mi inocencia. Me dio mucho gusto verte, me tengo que ir.
-Cuídate – Nacho le dijo.
Gerardo tomó su camino.
- ¿Nos vamos? – pregunta Alan con los brazos cruzados.
Por la noche, Alan le expresó su sentir con respecto a Gerardo.
-Le gustas a ese hombre.
- ¿De quién hablas? – pregunta Nacho.
-No te hagas. A ese hombre le gustas, y mucho.
-Eso no puede ser, es hetero. Lo comprobé – le explica Nacho.
- ¿Cómo sabes? – Alan no sabía toda la historia de Gerardo y Nacho.
-Vivió aquí. Nunca pasó nada.
-Ese hombre te comía con los ojos.
- ¿Estás celoso?
-Para nada – Alan responde molesto.
-Alan, no podemos seguir así. Estoy siendo claro, Gerardo vivió aquí, yo tenía la esperanza de algo, pero después lo vi con su novia.
-Está bien – Alan cruzó los brazos, estaba celoso.
Nacho le ofrecía a Gael quedarse unos días en su casa, eran vacaciones. El joven seguiría con sus citas secretas que pronto serían descubiertas.

Continuará…