Te vi débil y quise cuidarte.
No lograba ver cuan generoso o egoísta era en mi misión de ayudarte.
Y decidí alejarme para no dañarte.
No estuve ahí, no pude salvarte.
Y no supe entender que aquella última pregunta que me hiciste no era mera curiosidad: "¿Vos le tenés miedo a la muerte?".
No pude salvarte de tí, pero puedo enmendarlo.
Pronto estaré contigo...
Texto agregado el 28-11-2021, y leído por 82
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Lectores Opinan
29-11-2021
Un texto duro, de esos que duelen, por no poder ayudar y no estar. Saludos. maparo55
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