Carlos Fernando Martinic es un maestro de la primaria oriundo de Tierra del Fuego que alcanó cierta fama al ganar el concurso televisivo de cocineros llamado Bake Off, en este caso dedicado a los postres dulces. Lo llamaremos de ahora en más simplemente Carlos.
Contento con su suculento premio, Carlos se encontraba en una gran cocina, que si bien en un principio se iba a dedicar a la panadería, confitería y repostería (o sea todo dulce) para hacer honor al programa que lo lanzó a la fama, su verdadero objetivo era hacer Quesos artesanales, era como un instinto que tenía en su cuerpo y en su alma.
- Esta bien que para la gilada te dediques a lo dulce, pero lo tuyo son los Quesos, tenes un instinto nato para el arte de la quesería le dijo una señora muy elegante, casi igual a la Princesa Leia de Star Wars (universo que nuestro Carlos desconocía totalmente por eso no le llamó la atención).
- Lo sé fue la respuesta de Carlos soy un Carlos y lo mío son los Quesos. Pero el programa quiso que nos dedicaremos a lo dulce y me fue bastante bien.
- Te va a ir mejor si te dedicas a la cheesecake, como solución intermedia dijo Pamela Villar, una de las jurados de Bake Off, que se presentó sorpresivamente en el lugar quiero que hagas una en menos de un santiamén. Los ingredientes ya los tenés, Carlitos. Empeza a cocinar.
- El concurso ya terminó le contestó Carlos a Villar no tengo que estar rindiendo ningún examen más.
- Ja, ja, ja río Pamela tengo el poder suficiente para sacarte todo el premio si no haces la cheesecake, soy mala y me gusta serlo, Carlitos.
- Pero
usted no puede hacer eso, señora Villar le contestó Carlos, entre sorprendido, respetuoso y atemorizado.
- Ya dije mi ultima palabra, seré generosa, te doy noventa minutos, lo que dura un partido de fútbol, volveré y quiero tener la cheesecake más rica que exista, si no esta lista y preparada en ese tiempo, te quedarás sin un centavo del premio le dijo Pamela, que entonces se fue del lugar.
- ¿Qué hago ahora, señora? le preguntó Carlos atemorizado a Leia, que vio silenciosamente toda la escena.
- Hazle la cheesecake, tu puedes Carlos, y tírale un Queso le dijo Leia, que dio media vuelta y se fue del lugar.
Carlos quedó solo y empezó a hacer la cheesecake, la verdad que no tuvo problemas en hacerla, le salió en tiempo record, y tan rápido le salió que hasta tuvo tiempo de preparar un gran Queso Gruyere, repleto de agujeros, que estaba delicioso. Cumplidos los noventa minutos, Pamela estaba de nuevo en el lugar.
- ¡Ja, ja, ja! río con sarcasmo la jurado de Bake Off - ¡Espero que te este preparada la cheese cake! ¡De lo contrario, Carlitos, kaput! ¡Kaput! ¡Kaput! ¡Game over Carlitos!
- Aca tenes las dos cosas, la Cheesecake y de yapa, como bonus track, un Queso.
- Todo este fue una trampa, Carlitos le dijo Pamela porque yo en realidad, no quiero ninguna cheesecake, ni un Queso, o mejor dicho quiero tu Queso, porque te quiero a vos.
Lanzada como un relámpago, Villar se tiró encima de Carlos, y le tocó los genitales, si alguien hubiera estado de testigo, se diría que era como si yo lo estuviera violando, desesperada, le bajó los pantalones, y empezó a chuparle la pija, la fellatio duró un largo rato, después ante la total falta de resistencia del muchacho, le sacó los zapatos, las medias, y empezó a olerle, lamerle, besarle y chuparle los pies, pies grandes y olorosos acorde a un Carlos dedicado al arte del Queso, y después de eso, vino la penetración, casi fomentada por ella, si bien fue el que la penetró a ella, obviamente, la escena era como si fuera al revés, como si ella lo estuviera violando. A pesar del salvajismo y la ferocidad de aquel encuentro sexo, Carlos quedó muy entero, con fuerza, aunque atónito y sorprendido ante lo sucedido, como si hubiera hecho algo que gozó y disfrutó, pero que no quería hacer.
- Pensé que eras gay, pero veo que lo haces muy bien, aunque debes tener un poco más de iniciativa, yo pusé las ganas y el esfuerzo le dijo Villar. Carlos seguía mudo, y con la boca abierta.
- ¿No contestas nada? le dijo Villar - ¡Ja, ja, ja! ¡Ya quede satisfecha con el sexo, pero podemos seguir jugando, Carlitos! ¡Aca tenes el cheesecake! y Villar agarró el cheesecake y se lo tiró encima a Carlos, al mejor estilo de Los Tres Chiflados.
- ¡Esto no se lo puedo permitir! ¡Que me viole y me haga su esclavo sexual, vaya y pase! ¡Que sea el sumiso en el sexo y usted la dominante, se lo acepto! ¡Pero desperdiciar la cheesecake que hice con tanto esfuerzo, de ninguna manera!
Carlos, que siempre tuvo guantes, lleno de furia, agarró entonces un cuchillo eléctrico inalámbrico y se tiró encima de Pamela, dándole un puntazo en el pecho, la herida fue muy profunda, pero Carlos, le asestó otra brutal puñalada, ahora en el cuello, y otra, ahora en el estomago, y otra, en las tetas, y otra, y otra, y así, diferentes heridas y tajos hasta que se dio por satisfecho. Así fue asesinada Pamela Villar, con un cuchillo eléctrico, a puñaladas, por Carlos, el ganador de Bake Off.
- Queso dijo con total frialdad Carlos mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de la mujer a la que acababa de asesinar y contemplaba la escena del crimen.
- Que fácil que era ser Quesón pensó Carlos en voz alta algunos dicen que asesinar es difícil la primera vez, después es simplemente sangre, para un Carlos como yo, es simplemente Queso.
Carlos iba a limpiar la escena del crimen y pensó en meter el cadáver de Villar en una gran olla llena de leche y suero, con una máquina para cortar carne, para hacer Queso, y así lo hizo, empezó a mezclar, a mezclar, a mezclar, a mezclar, y todo quedó convertido en un gran Queso, un Queso delicioso, que Carlos sirvió a todos los técnicos de Bake Off en un gran agasajo.
- ¡Qué Queso delicioso! ¡Nunca hubo un Queso tan sabroso! ¿Cuál es el secreto, Carlos? le preguntaron los agasajados.
- El secreto me la dio una jurado de Bake Off, ja, ja, Queso.
Y así finaliza nuestro cuento que cuenta el debut quesón de un nuevo Quesón, Carlos Bake Off.
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