Un acertijo
Uno trata de programar bien, pero no hay caso, siempre intercede algún inconveniente. El problema es que a veces los problemas vienen desde donde uno menos lo espera. Por ejemplo de quien es nuestro jefe, el mismísimo quien nos asigna los trabajos.
Es el caso que les voy a narrar. Mi jefe no era claro para especificar los programas. Tenía que adivinar lo que me estaba pidiendo. Si algo no entendía era inútil preguntarle. Cuando el programa estaba listo le avisaba para que el usuario lo pruebe. Al regresar con las observaciones, se enredaba para decírmelas.
Esta vez apareció con casi una resma de comprobantes impresos. Se acercó a la mesa de reuniones y de pie, sin sentarnos, para que lo escuche el resto del personal, me interpeló.
- Mira, el programa que estás haciendo para imprimir los comprobantes está malo. Pésimo.
Tomó la primera hoja.
- Si te fijas, para el primer comprobante la última línea no está al centro.
- Uf, se me pasó, es un error de formato.
- Cómo sea, debes corregirlo.
Corregir ese error en el programa me demoro menos de una hora. Pero como no entiende nada no se lo dije, porque así me tomo todo el resto del día y lo entrego mañana después de almuerzo.
- Bien. Lo arreglo y te lo entrego mañana.
- Anótalo porque hay más. Mira el segundo comprobante, también tiene la última línea corrida. Debes centrarla. Así que con esto te demoras otro día más.
Hubo un momento de silencio en la oficina. Callaron, como presintiendo algo.
- ¿Lo anotaste? Ya. No quiero fregarte la semana, pero el tercer comprobante también tiene la última línea corrida. Serán tres días entonces. Y no quise seguir revisando porque quizás con que otras sorpresas me voy a encontrar. Termina esto primero.
Miré de reojo al resto de la audiencia y la mayoría estaba con la mano tapándose la cara. Sentían vergüenza ajena por nuestro Jefe.
- Bueno – dije - me esforzaré para entregar todo esto el lunes.
El estimado jefe se retiró a la oficina del gerente a entregar un reporte de mis actividades. Lucía muy satisfecho.
Yo miraba a mis compañeros. Permanecimos largos minutos callados. No se me ocurrió otra cosa que decir, mientras tomaba el siguiente comprobante
- Deduzco que el cuarto comprobante también tiene la última línea corrida.
|