No se murió el amor parte 5

Evitaron el tema unos días. Alan fue quien buscó sacar el tema en la mesa después de comer.
-No has pronunciado palabra alguna respecto a agrandar a la familia – Alan le dijo a Nacho.
-De verdad no es necesario. Yo sé que no quieres más integrantes en la familia.
-Yo nunca he dicho eso. Simplemente que para nosotros es mucho más difícil lograrlo.
-Lo sé. Yo sí quiero ser padre junto a ti.
-Pues busquémoslo – Alan le animó.

Alan no estaba totalmente seguro de querer ser padre. Tenía miedo de que su o sus hijos sufran rechazo, o de no ser un buen padre. Tenía muchas ideas arraigadas que le ocasionaron problemas con Nacho.

Aquella misma semana se presentaron en las oficinas de adopción, los dos iban emocionados porque pensaron que en plena actualidad sería más fácil lograr formar una familia, pero se encontraron que la adopción homoparental sigue siendo un estereotipo, eso ocasionó que la pareja tomara otras medidas para agrandar la familia.
- ¿Qué se les ofrece? – pregunta la secretaria.
-Queremos informes acerca de la adopción – Nacho pronuncia.
- ¿Tienen cita?
-No sabía que necesitábamos cita.
- ¿Ya tomaron el curso? ¿Ya llenaron la solicitud de autorización?
- ¿Necesitamos autorización? – Nacho preguntó molesto.
-Si quiere más información tendrá que esperar a la licenciada.
Molestos se sentaron a esperar a una licenciada que apareció dos horas después. Harto de esperar, Nacho se levantó a preguntar por ella.
-Señorita, llevamos dos horas esperando ¿Cuánto tardará?
-No lo sé – responde la secretaria.
Minutos después los atendieron.
-Adelante – les dijo la licenciada – tome asiento.
-Gracias – Alan estaba tranquilo.
- ¿En qué les puedo servir?
- ¿Cuál es su nombre? – preguntó Nacho.
-Soy Tatiana López, soy la encargada de servicios infantiles y adopciones.
-Mi pareja y yo queremos adoptar.
- ¿Están casados?
- ¿Necesitamos estar casado? – pregunta Nacho.
-Sí. Es uno de los requisitos. Para una pareja homosexual es más difícil.
- ¿A qué se refiere con difícil? – Nacho la miró a la defensiva.
-Los niños corren peligro con ustedes – soltó la mujer.
- ¿Perdón? – Nacho estaba harto - ¡Que le da derecho a decir que con nosotros va a correr peligro un hijo! – Nacho levantó la voz.
-Entiendo su molestia, pero si quieren un consejo, descarten la posibilidad de adoptar. Háganlo por los niños, es por su bien.
- ¿Y tú quién eres para saber lo que es bueno para mi novio y para mí? - Nacho se levantó de la silla molesto. Alan se levantó también.
-Nacho, no – trató de calmarlo - amor tranquilízate. No vale la pena.
Alan tomó del brazo a Nacho para salir de la oficina.
-Tendrás noticias mías – le advirtió Nacho.

Continuará…