0— ¿Pero qué es esta sensación tan cálida? No me puedo mover mucho pero siento todo lo que tú sientes, tu inmenso cariño, tu hambre, los nervios, pasando incluso por la ira de algunas de tus decisiones y también toda la alegría y amor que me das.

52— Me ha hecho desayuno, qué feliz me siento por su compañía todos estos años. “Vamos”, me dice. Hoy es un día de caminata, estoy ansiosa por ver esa cueva de mil mariposas.
Llegamos en su coche al inicio del sendero, son tres horas de trekking, hemos alistado algunas provisiones para esta aventura. Luego de un poco más de cuatro horas adentrados en el bosque, creo que hemos tomado algún camino erróneo, ya deberíamos de haber llegado; lastimosamente, el terreno se encuentra muy pantanoso y hay secciones del camino en las que debemos escalar, y en el punto donde estamos, Diana hace un movimiento brusco de repente y gime suavemente, se ha resbalado y cae, toda la situación la vivo en cámara lenta, en un esfuerzo por agarrarla, la alcanzo a coger del brazo y pierdo mi equilibrio, también resbalo y caemos juntas.
Nos hemos lastimado al punto que hemos perdido movilidad, toso sangre y alcanzo a ver algo en mi periferia, me volteo y me ubico boca arriba. Tomo a Diana de la mano, también se encuentra muy aporreada, mirando hacia el cielo, podemos ver mariposas, todas volando, todas brillando.

15— He salido con mi amigas, luego de comer, una de ellas me ha ofrecido un helado con un toque especial, yo de inocente lo he probado y me ha gustado su sabor, aunque cuando lo terminé, me ha dicho que tenía marihuana, con razón me estaba riendo por cualquier tontería.

39— En una sola palabra, lo que me hace sentir plena es: Bailar. Llego al éxtasis, es un orgasmo espiritual, mi compañera preferida de baile es Diana, con ella siento una conexión que no siento con otro humano, nos conectamos de una forma realmente especial, en la danza nos sentimos, nos sincronizamos y nos liberamos; al menos por lo que dure la canción, me siento libre de cualquier carga, terral o espiritual.

20— Esta coyuntura con mis padres no es fácil, nos han dejado prácticamente en la calle, no puedo continuar con mis estudios y no hay nadie que nos ayude, al parecer un tío nos va a dar posada. Este sentimiento de desasosiego, de no poder hacer nada, este mundo es demasiado injusto, no merecemos esto, debo luchar, por mí, por ellos.

31— Siento el dolor de todas las mujeres. Este mundo es muy cruel para nosotras, cada femicidio me duele, cada maltrato me congoja, esta desigualdad no puede permanecer, debemos despertar una nueva y mejor consciencia, debo luchar por mí, por ellas.

24— Hemos alcanzado cierta estabilidad económica y con mi emprendimiento conseguimos saldar las cuentas y tener con qué comer en la mesa. Me distraigo un poco más con algunas drogas que con el alcohol, aunque de lo que he probado, me ha gustado más el papel y los hongos, no siento dependencia o atracción por estas sustancias, tal vez ha sido para escapar de la realidad, para soportar un poco el dolor y la angustia, tal vez…

26— Decidimos salir de fiesta, es un lugar que mis amigos frecuentan, no he ido pero parece divertido. No suelo tomar durante las rumbas, pero este grupo con el que nos encontramos bebe mucho, me he negado a tomar en reiteradas ocasiones a mucha insistencia de ellos. Mi novio ha traído algo de flunitrazepam, siento curiosidad. “Genera un viaje increíble”, me dice, a lo que le respondo que quiero experimentarlo.
Tan solo tomo media porción de lo que normalmente se consume. Aún no siento su efecto, estoy en buena vibra y bailando suavemente al ritmo de lo que suena hasta que noto una sombra al final de la discoteca, hay un par esferas en el aire, al principio se ven blancas pero luego se tornan en un color entre verde y azul, muta constantemente. Son unos ojos, se convierten en una mirada acechante, me atraviesa. ¿Qué quieren? No siento miedo ni pánico. De repente se revela una figura serpentina a la que corresponden esos ojos, ¡Es un dragón! Es grandísimo, su cuerpo es más grande que el lugar en el que estamos, pero de alguna forma logro divisar su cuerpo completo. Se empieza a mover en el aire y súbitamente el lugar se inunda rápidamente de agua. Siento mi ropa mojada y el contacto con el agua me causa cierto nivel gélido, más fresco que helado. Mi cuerpo empieza a flotar, el agua me rebosa, no puedo respirar, pero la sensación es extraña, no puedo inhalar, guardo la calma, aún siento la vida, no me estoy ahogando.
“Oye, ¿Estás bien?”, Abro los ojos y veo a Diana con su mirada puesta en mí, un poco preocupada. Le respondo que sí con un ademán. Pienso muy para mis adentros sobre esta experiencia tan singular cuando, de repente, noto un humo en el ambiente, es un poco tenue pero se convierte en un gas muy visible, parece vapor que está emanando de las personas, como parte de sus auras.
¡Fantástico! Qué es esto tan hermoso, veo a la gente de mil colores, se junta todo pero no se mezclan, como un arco iris. Estoy un poco ensimismada cuando alcanzo a percibir a una chica que sobresale, de ella se origina un humo más denso y espeso, casi como una nube de algodón, pero es de color negro, en un negro mate, no interactúa con los demás colores, como si los estuviera repeliendo.
Me acerco a la chica y le pregunto si todo está bien, a lo que me responde que sí, me quedo observándola un poco incrédula e insisto de nuevo, “¿Tienes algo?”. Levanta su mirada, se le encharcan los ojos y quiebra en llanto; aunque no salen palabras de su boca, he comprendido y le doy un abrazo y le susurro: “Las cosas van a mejorar”.