56— Tengo miedo de morir, creo que aún no he explotado todo mi potencial. Sí, he logrado grandes cosas en mi vida, pero siento que aún puedo dar más, incluso superando lo de hace una década.
Me siento triste, con un vacío, de esos inexplicables y los médicos no tienen muchas esperanzas, si mucho, solo un par de días más. Enfrentar esto no es simple, en mi cabeza está solo la idea de que seremos olvido, solo queda hacer las paces y esperar, con cierta expectativa de que hay algo más allá.
9— He adquirido cierto nivel de consciencia recientemente, quiero estar con mi familia y no en la escuela, me fastidia mucho que me molesten allá, sobre todo porque mi mamá me compró un maletín, y tiene un piolín gigante en toda la tapa, ¡Eso es para niñas! Se toma casi todo el espacio del maletín, no entiendo nada pero tendré que aguantar.
49— Ha sido un éxito comercial, no es que mi principal motivador fuera el dinero, sin embargo, se siente muy bien no preocuparse por ello, nunca imaginé estar acá en Balí con todos estos lujos, y mucho menos por todo el tiempo que desee y sin tener que trabajar. ¡Es lo máximo! Quisiera haber compartido esto con mis padres, aunque lo disfruto igual.
22— Escucho que han llamado mi nombre, me pongo de pie y camino hacia la tarima. Siento todas las miradas en mí, me comen los nervios y siento que flaqueo. Alcanzo a ver a mi director de tesis, es más un amigo que un profesor, se siente orgulloso de mí. “Carlos, graduando de la carrera de ingeniería electrónica, primer graduando con trabajo de grado laureado, felicitaciones, por favor pase adelante”.
Entre aplausos y ovaciones, camino hacia el frente, observo por un instante a mi madre, consigo verle unas lágrimas, obvio son de felicidad, qué momento, qué satisfacción, recibo mi título y una vez más: Aplausos.
47— ¡Se ha concretado! Ahora podemos fabricarlo en masa, tantos obstáculos, y al fin, la recompensa, el fruto de mis esfuerzos, muchas personas podrán disfrutar por primera vez los colores, las formas, la belleza de este mundo, lo hermoso de los paisajes, las personas, ni qué decir del amor. Creo que ahora sí podría morir contento, sin remordimientos.
38— Decenas de prototipos y aún no funciona al nivel como debería poder hacerlo, ya está toda la teoría, he demostrado que es posible, le he dedicado toda mi vida a ello, ¡Vamos! No debería ser tan complicado.
46— Ha llegado Xavi, Amaia e Itxaso, también los 10 pacientes. Vamos a empezar las pruebas.
Posiciono los diodos en uno de los pacientes, le conecto nuestro dispositivo cerca de su cuello, lo veo sonriendo, es curioso ver esta sonrisa, de alguien que nunca las ha visto. Se encuentra impaciente, ansioso, en espera del milagro. Me ubico en el mando principal, me alcanzo a cruzar la mirada con Amaia, estamos excitados. “¡Échele candela!”, Itxaso exclama, cierro los ojos y activo el sistema.
No se hacen esperar los gritos y los lloros, todos los pacientes, un poco ahogados de la felicidad, no tienen palabras, nunca habían visto absolutamente nada, todo mi equipo con lágrimas en sus caras, presenciamos esta escena realmente conmovedora. |