Se parece a ti ¿Se nota? Es tu retrato. Tiene tus ojos, la forma de tu nariz, tus labios, es idéntico y cabe en un boleto de bus; sobresale eso sí, tu cabeza y orejas, con el lápiz sin punta no pude hacer más. Claro no tiene sombras para dar la profundidad a tus mejillas, pero si alejas el boleto se te puede distinguir.
Algunas veces utilizo boletos más grandes para dibujarte, con otras posturas. En este, por ejemplo, sonríes como con una luz especial. En este otro, delineado hace tiempo no se notan tus ojos porque había poca luz ese día, quedo una mancha difuminada y sin querer cayeron unas gotas de café sobre él, dándole un toque más sepia ¿No crees? Mira este, el papel es más claro, tal vez notes que resaltan tus muecas, puse cuidado en sombrear las arrugas de tu frente, tu pelo cae, ya sé que tienes cabello corto pero quise dibujar un mechón sobre tu frente para ver como lucias asi.
Guardo los boletos con tus retratos, los hago camino a la universidad con lápices Mongol 2B, hace buen tiempo se me dio por dibujar y dibujar hasta cansarme. También tengo otros boletos en blanco que trajo Ramiro, son casi nuevos, él tiene cuidado en no arrugarlos, de tanto en tanto dice:
—No te das cuenta. Son una obra maestra porque es un arte que no se ve mucho acá— los mira por largo rato como si fueran bebés recién nacidos, pareciera encantado con los dibujos; pero no le creo. De repente lo dice por ser buena gente conmigo.
Cuando están terminados les pasa barniz transparente de uñas y los guarda con pinzas en un tomo de “La riqueza de las naciones”.
Todavía no se me ocurre ponerle color, son blanco y negro. Tendré unos 20 ¿Son muchos? Ramiro adora como quedan, pide que haga más. Sé que falta bastante por mejorar y según yo te ves bien. Ves, aquí estas en el jardín junto al caucho, no se aprecian demasiado las flores de 5 pétalos, las ubique al lado derecho con un tallo muy pequeño para suavizar el retrato. También puse más luz para contemplar la tarde.
Cuando me siento en el gras de la facultad, tomo un boleto para dibujar, porque en verdad no toma mucho tiempo. Hay días que tengo afilado el lápiz y zas queda listo. Las veces que el lápiz no tiene punta y no hay tajador me las arreglo con el cutter; casi me corto el dedo el otro día, de suerte no pasó nada. En la clase de Calculo y Integradas, me “inspire” mientras el profesor lleno la pizarra y salió a contestar una llamada; tenía el lápiz en la mano y los boletos dentro de mis cuadernos, que más pedir.
Ayer al subir o bajar del bus se cayeron mis retratos dibujados, de mi cuaderno de Estadística, el bus estaba repleto no cabía ni un alma más, pero la gente subía y subía en cada paradero, por ahí se “voló” alguno sin darme cuenta. Cuando nos vemos con Ramiro dice:
—Dame los retratos apenas estén terminados. Los voy a enmarcar, ya sé cómo— con tal devoción que los guardo para entregarle y no se pierdan en cualquier lado.
A parte de Ramiro, nadie sabe de tus retratos, las veces Olga me encuentra con el lápiz, al instante guardo todo. Ella no entendería, ni le gusta dibujar, cuando ve dibujos, bocetos, grafitis aprieta los labios diciendo “que es cosa de flojos” y “de gente que no tiene nada que hacer”. De seguro invertirá su tiempo en otras cosas pero no me faltan ganas de enseñarle los boletos.
Justo ahora terminé el que estas junto al Tigre ¿Te acuerdas? Flaco y viejo, comía pan, hice unas sombras para ver su mandíbula, aunque no lo creas es él, me gusta. No sé de dónde salió esto de dibujar, pero me ayuda a contarte mis historias con los dibujos sobre el papel, en estos boletos chiquitos.
Creo, fue después de tener esos sueños que parecen tan reales. Recuerdo aquel, en el velorio, pero faltabas tú; en su momento pensé que no tenía que ver contigo, con nosotros porque en el paso del tiempo habías partido. Despues fui teniendo otros donde por coincidencia ocurrían los hechos tal como lo soñado, creer que son premonitorios para nada es fácil ni tampoco dilucidar entre cual sueño será un presagio del futuro o cual no.
Los sueños no deberían ser aterradores, pero cuando despierto más de una vez trato de no pensar en su significado, estoy aprendiendo a dejarlos en segundo o tercer plano, sin embargo, algunas veces parecieran tratarse de indicios que si ocurrirán en un momento cercano.
No tengo muy delineado tu recuerdo, pero sé que es tu retrato tal como te vi en sueños, Ojisan Pablo. |