Acostada en la playa
tratabas de descifrar
señales de esperanza
en un cielo caótico
donde las nubes semejaban
monstruos gigantescos
que se devoraban entre si.
Sumida en pensamientos
de fantasía y grandeza
volvió a la realidad
al sentir las olas en su piel,
ignorando los peligros del mar
se fue feliz con ellas,
no le importó que el mar
tuviera dos caras:
Una que refleja calma
y otra tormenta.
Asumió el riesgo
y se fue mar adentro,
si el mar se la tragaba
prometió no quejarse,
si se enamoraba de él
no regresaría jamás.
Conoció su bella superficie
y su oscura profundidad,
siempre me habla del mar,
siempre me incita a conocerlo
a fluir como dos olas
en mar encrespado.
Después de llegar a buen puerto
me invitará a escribir
emociones de placer y miedo,
viajar en un cuerpo de agua
que se alarga es para valientes.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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