Sin ningún temor me dijo:
-Échale más leña al fuego que contigo quiero arder.
Le eché toda la leña que pude y luego ardí con ella, entre más ardíamos la llama se hacía más grande. La noche fue insuficiente, por más que llovió no pudo apagarnos, seguí ardiendo con ella durante el día hasta que de nuestra piel salieron chispas; después de consumirnos renacimos de las cenizas. El amor cuando es amor de verdad arde toda la vida. Para que el fuego arda se necesita dos que lo enciendan, tú y yo lo encendimos hace años en noche de tormenta y no lo hemos dejado apagar, ni echándonos agua han podido apagarnos, tenemos el viento a favor y ganas de seguir ardiendo en las brasas del amor.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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Texto agregado el 23-10-2021, y leído por 126
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Lectores Opinan
24-10-2021
Eso...sigan disfrutando ese gran amor*****
Abrazo Lagunita
24-10-2021
Es más ardiente que el volcán de La Palma. excalibur