Como un desafío
Todo empezó como un desafío. Momentos de angustia y zozobra por un confinamiento impensado. Llegó la pandemia sin pedir permiso y un universo de preguntas que colmaron mi mente.
La experiencia fue muy productiva, ya que sin tener la más mínima experiencia en temas de salud, el tiempo disponible me permitió dedicarme a estudiar temas muy complejos como son los tratamientos para el terrible flagelo que vino a azotar al mundo.
Quizás por no provenir del palo de los científicos, no me impuse límites para el análisis.
A casi año y medio de investigaciones y experimentos puedo concluir que gracias al tratamiento al que me sometí, no me afectaron las enfermedades. Tendría que ser un poco más específico: los virus o las bacterias ya no me pueden afectar el organismo.
Quedan atrás las vacunas y los tratamientos curativos o paliativos, nada de lo que entendemos por curas van a seguir siendo igual en el futuro.
El hallazgo se debe a una técnica sobre las células madre hematopoyéticas pluripotentes responsables del sistema inmunológico.
La utilización de un muy conocido aminoácido hizo que se acelere la producción en la médula ósea de los anticuerpos que genera el organismo aumentando significativamente su producción.
Esto hace que cualquier invasión de virus o bacterias sea erradicada del organismo antes que los efectos perjudiciales entren en acción.
La primera prueba la hice con el covid 19, me expuse al contacto de virus sin tener ninguna vacuna, con efectos inocuos para mi salud. Siguieron otras y otras con los mismos resultados.
Se que puede ser un cambio que el mundo todavía no esté preparado, me encuentro en una encrucijada en que tengo que decidir su divulgación
Toc toc
— Sr. Maidana
— Soy yo, que se les ofrece
— Somos de la Organización Mundial de la Salud, queremos conversar con Ud.