Las canas de mis pequeñas hermanas, me avisan que el tiempo paso. Que los años casi sin darnos cuenta, enamorándonos,dando vida, cuidando la prole. El tiempo se nos escurrió entre llantos, risas. Trabajando con esmero para que esos niños, pudiéramos criarlos con amor , dedicación. Hoy veo las canas de mis hijos , esas me hacen doler el corazón. Mis pequeños retoños son adultos. El recuerdo de sus risos dorados la época de blanco los vistió. Nada nos prepara para afrontar la realidad. Los bebes han dejado de serlo. Al mirarlos sigo viendo a mis tres pequeños. La edad solo el color de pelo cambio. Siguen con sus peleas. Esas diferencias que los tienen enfrentados. Discuten como cachorros consentidos. Cuando es preciso aparece de la nada. El amor que a pesar de los desacuerdos. Exhibe la flor mas codiciada. “Convocando su primorosa hermandad” CAL.COR
Texto agregado el 09-10-2021, y leído por 93 visitantes. (2 votos)