Creían que el río nunca se iba a secar y el río se secó. Ahora es un camino de piedra, por el que deambulan fantasmas, ya no se ven duendes ni hadas. La mano y mente del hombre destruye todo lo que necesita para vivir con dignidad. Yo tan solo me pregunto: por qué en lugar de cuidar destruye su propio hábitat; mañana cuando no tengan qué comer ni qué beber, tendrán que comerse sus cochinos billetes. El dinero mueve el mundo a punta de dolor y muerte.
Infelices aquellos que incendian bosques; criminales quienes asesinan animales para vestirse con sus pieles; imbéciles quienes se adueñan de la tierra fértil y a los pobres le dejan los desiertos para que muera de hambre. Miserables aquellos que echan a los miserables de sus viviendas en medio de una tormenta. Para rematar su obra de maldad nos quieren vender el aire, nos quieren vender el sol. El agua hace rato la venden contaminada; cuando elevamos cometas nos cortan la cuerda, cuando leemos nos cortan la luz. A esto le llaman civilización.
Yo estoy que me regreso para la jungla, si no me he ido es por esos hijueputas guerrilleros, a punta de bala sacan corriendo a los animales. A este hijueputa gobierno le deseo el peor de los males, por ladrones y asesinos disfrazados de ángeles nos han mandado al infierno. Demonios gordos comiendo manjares con el dinero de los pobres.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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