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El golpe fue tan fuerte que no pudo saber de donde o como había pasado. Fue el golpe y la oscuridad.
No supo cuánto tiempo paso, Ella se levantó  despacio, sentía como si hubiese dormido mucho, profundamente. Se sentía algo confundida y si bien al principio creyó que todos la observaban, pudo ver que la atención estaba centrada en otro punto. pero pudo ver una multitud  ansiosa rodeando algo que estaba cerca de ella , queriendo ver los detalles, los curiosos de siempre.Nadie se acercó a darle la mano. En algún lugar del suelo junto a las ruedas del enorme autobus urbano estaba algo mucho más interesante que ella.
No puede ser pensó. Después de todo lo que me pasó, además voy a perder el autobus, viendo como el vehículo arrancaba en el otro lado de la calle.
Dio unos pasos hacia atrás para poder ver mejor qué estaba pasando, a veces estar en primera fila no permite ver todo el panorama, sobre todo estando  aturdida
Entonces también empezó a escuchar los comentarios.
Conocía a muchos de los que estaban ahí. El compañero del pelo rojo oscuro que parecía estar muy  sorprendido, la profesora que le exigía más que a los demás por considerarla más inteligente, comentando lo absurdo de ese accidente. Y pudo escuchar a una de la chicas comentando lo vergonzoso que seria que  algo así pudiese pasarle a ella, nunca nunca saldria de casa sin ropa interior!
Gracias a Dios nadie parecía notar su presencia porque quería poder cruzar la calle e ir a casa.
Trató de salir de la multitud agolpada en la esquina y ver si podía conseguir un taxi. Ya no le importaba ahorrarse unos pesos usando el autobus, quería llegar a bañarse aunque sabia que no debía hacerlo porque destruiria la evidencia. Pero se sentia sucia y empezaba a sentir el dolor que el miedo y la adrenalina no le habian permitido sentir antes.
Solo había corrido como loca a penas pudo liberarse
Recordaba las risas de ellos, eran cuatro. La habían sorprendido en uno de los pasillos de abajo. No le pareció raro que estuviesen ahi porque muchos estudiantes lo hacían. Era una forma de investigación, en la biblioteca de la facultad.  Y no era la primera vez que ella bajaba y los veia por alli.
Empezó a ponerse nerviosa cuando la rodearon y empezaron a preguntarle cosas como su nombre, de dónde era, cuánto hacia que estudiaba la carrera, si siempre bajaba sola al archivo. Y fue peor cuando empezaron a tocarla, primero el pelo, después la ropa. Uno se paró detrás y le levantó la falda. Y antes que ella pudiese hacer nada la sujetaron con fuerza, le quitaron la ropa interior y uno por uno tomaron turnos para violarla.
Tuvo miedo de morir, trató de pelear pero eran cuatro,  finalmente entre el dolor y la impotencia algo en su mente se separó. Posiblemente su alma. Pudo ver desde afuera como abusaban de su cuerpo inerte, como las manos invadían su intimidad, recorriendo la suave piel de sus pechos, jugaron con ella hasta quedar exhaustos. No dejaron nada sin profanar. Ni les importo su llanto, sus gritos de dolor, que trataron de apagar poniendole su propia ropa interior en la boca, solo parecian enardecerlos.
La dejaron tirada, como un bulto, amenazada con volverlo a hacer si presentaba quejas, sabian quién era y dónde encontrarla.
Cuando pudo salir, se arregló un poco, su pequeño calzón destrozado quedó tirado en el piso.. Encontró a tientas sus zapatos y trató de componerse un poco, solo quería llegar a casa lo mas rápido posible así que corrió , descalza y con los zapatos en la mano.
Corrió por las escaleras y los pasillos,  siguió corriendo a través de los jardines y llegó hasta la esquina donde vió venir el autobús por el lado opuesto de la calle. Se lanzó a cruzar sin ver que por su izquierda otro autobús   llegaba a esa esquina. Y el golpe le llegó así, de sorpresa, ahora veía que lo que todos esos curiosos estaban mirando era su pequeño cuerpo inerte, su falda se había levantado con la fuerza del choque y todos pudieron ver que no traía ropa interior. 
Y entendió mejor los comentarios.
Los juicios. Los prejuicios. La vergüenza ajena de las chicas. La curiosidad morbosa de la mayoría.
No podía explicar porqué estaba así, que no había venido sin ropa, nadie la oía . Igual ya no importaba. Su cuerpo ya lo estaban levantando. Y ella, sólo quería irse a casa.

Texto agregado el 20-09-2021, y leído por 103 visitantes. (0 votos)


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