Andaba con la mirada perdida y sin ninguna dirección. De repente una mujer hermosa atrajo su atención; nunca la había visto en toda su vida, pero le pareció que la conocía desde siempre. Primero vaciló si llamar su atención con el pretexto de preguntarle la hora, pero se arrepintió. Enseguida tosió tres veces y ella le dijo:
-Cuide esa tos porque si no la cuida ella le dará muerte.
De inmediato le contestó:
-Hace tiempo la vengo cuidando y nada que se ha ido.
Ella llevaba una bufanda de colores que desenrolló de su cuello y se la ofreció, ante ese gesto tan hermoso, él le dijo:
-Eres una mujer maravillosa, tienes un corazón de oro.
Ella le pasó la bufanda para que la agarrara por un extremo, mientras tanto ella la agarró por el otro, pues era tan larga que de no agarrarla caería al piso y se ensuciaba. Los dos agarraban los extremos, de pronto la bufanda empezó a estirarse, ella quedó tan lejos de él que ya no lo escuchaba, a duras penas lo veía, al cabo de unos minutos dejó de verlo. Ante aquella circunstancia él pensó que esa era la distancia del amor, al fin de cuentas nunca la conoció, fue tan solo un bello sueño del cual se despertó.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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