Y nació el epílogo
más raudo que el epitafio!!
una piedra solitaria en el castillo
rememoró las batallas
más aguerridas hasta aquí.

Tú, mi espada de flores
Yo, tu balanza de sonrisas.

las lápidas de mi ojos derrumbas con tu mirada,
sollozan las grietas de mis labios al besarte.

Y es el recuerdo quien hurga tus lamentos,
en lo fugaz resuena nuestra pasión adormilada.

Un bolero huérfano buscó cobijo
en nuestro abrazo
eternizando el amanecer.

Quiero recordar para siempre,
lo nunca escrito en las estrellas.

Pasadizos de cristal y llagas en la pasión
más delirante del firmamento.

Un sin fin de armonías taciturnas
-cayendo cual cascada de hielo en el Elíseo de tu rostro-

Y danzas...
Desnuda de dioses y leyes humanas,
las cadenas de la libertad son fértiles en ti.

Amada caricia de cardo,
eres luz de arcoíris en las tinieblas,
harpa y sed profunda de cantos oceánicos.

El brillo de tu espada nos protege
El cierzo de tu aliento nos bendice.

Suspiro de mujer dormida,
haces de lo simple un bello recuerdo
sin que exista.

La escarcha de fuego
redunda el sonido de tu nombre,
en el eco más prístino
de nuestras manos al besarse.

Van y vienen
-Cual profecía de un loco-
Ocasos no nacidos,
auroras renacidas,
En nuestro mundo introspectivo de añoranzas.


Inconmensurable sonoridad
de mágica descendencia,
hacedora de trinos perennes!!
mi mano perdida te encuentra.

Y te conviertes en cielo
y tierra a la vez...
Como he de aferrarme a ti
última semilla voladora?

Lánzame tu lazo de amorío sin fronteras!!
Que yo estaré en la puerta del romanticismo
abrazándolo todo...

Claridufuso y germinando
en la biblioteca de los besos.

Uno a uno bordare los pliegues de tu sombra
(hasta quedar deshilados)
mis dedos serán puntada libertaria
hacia el infinito.


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Una estrella fugaz
cayó hacia las estrellas,
alas huérfanas de ángeles
frenaron la expansión del universo...


(Suspiro)
Dimensión enloquecida
en donde renace...

El nuevo
primer beso.