LA GRANDEZA ACABA
Hola amigos.
La vida es engañosa o ¿será el ser humano? Cuando los años pasan viene el deterioro, pero nos engañamos, diciendo que es la vida en plenitud y se espera con ansia la JUBILACIÓN y cuando ésta llega, lo que trae es la soledad y el aburrimiento.
Un médico famoso, director de una unidad médica de 118 camas, con todos los servicios, era asertivo y excelente funcionario, pero, los años se acumulan y llegó el tiempo de irse. El sindicato, necesitaba que se pensionara por “años de servicio” para que la escalera de ascensos dejará libre una plaza, presionó para que el director dijera adiós, eso sí, le hicieron una gran despedida.
Durante los primeros años hizo lo que nunca, conoció toda le república mexicana, fue al extranjero: a Europa, hasta que las enfermedades de su consorte les impidieron viajar. Este personaje tan importante, ahora para ayudar a su esposa es asistente doméstico (“vil gato”), barré la calle y los patios, tira la basura, hace mandados, etcétera. Por regla general es regañado por inútil.
Nuestro personaje cuando acude a su hospital, ya sea a saludar o a consulta por sus achaques, es “tirado a león”. La grandeza acaba.
Un burócrata importante, de la Secretaria de Cultura de su ciudad, para ayudar a su esposa enferma se jubila voluntariamente. Ahora está en calidad de “canguro” (niñera), cuida a sus nietos por que las mamás trabajan (sus dos hijas), recoge a los niños de la escuela, cuida a un bebé y a una niña de 3 años muy aguerrida, además de ayudar en el quehacer de la casa. Eso sí, está muy ocupado, pero añora cuando trabajaba y a solas se pone a lamentarse y le sale una que otra lágrima furtiva.
Se ha quedado sin amigos, y también a este personaje no lo pelan en donde laboraba, ha dejado de vestir con elegancia y ya no le dicen don fulano. La grandeza acaba.
Estos dos casos que les platico, son jubilados con dinero, pero, la mayoría no tiene en que caerse muerto. Mejor no le sigo pues me deprimo.
Su amigo:
Yo mero.
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