No era un adolescente como los demás, no socializaba como todos los chicos de su edad que empiezan a apropiarse del mundo con la experiencia. Era un chico un tanto callado, pero muy inteligente. Muchos se burlaban de él, pero no les hacia caso, no quería enfurecerse porque dejaba de ser quien era para convertirse en un ser muy peligroso, no se transformaba como el hombre increíble, pero tenía unas facultades que podrían causar una tragedia. Él sabía que no debía violentarse y prefería reírse antes que ofenderse por las burlas. Un día un chico de su misma edad pero de más contextura física le pegó un puño en la cara, a pesar del golpe el joven no le dijo nada. El muchacho lo siguió provocando, pero nada, llegó hasta tomarlo por la garganta con la intensión de ahorcarlo, pero el chico aún así no hizo nada, tan solo lo miró profundamente. De repente empezaron a prenderse las ropas del chico que lo tenía agarrado por la garganta. Ante aquella circunstancia salió corriendo, menos mal que lograron apagarlo pronto y llevarlo al hospital más cercano. Desde ese día el chico desapareció, unos sostienen que se lo llevaron los altos jerarcas de la iglesia, otros dicen que se lo llevó la corporación del crimen y el engaño.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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