Suplicio parte 17
Seguía siendo la reina del tubo, todos los hombres la aclamaban, aplaudían su actuación. Pero Sheila dejó un corazón flechado en el rancho e iría en su búsqueda para mantener una relación con ella.
En la escuela, de nuevo recibió la visita de Eliseo, la tenía clavada en el pecho, había quedado prendado de su belleza, pero ¿estaba dispuesto a aceptar el otro trabajo de Sheila? Si de verdad la ama no le importaría.
Eliseo entró a la escuela y la esperó cerca de las escaleras.
-Sheila – Eliseo se levantó para hablar con ella.
-Eliseo ¿Qué hace aquí?
-Vine a verla.
- ¿Qué puedo hacer por usted?
- ¿Podríamos hablar? – Eliseo quería decirle sus sentimientos, pero no sabía cómo.
-Claro, pase a mi oficina. ¿En qué le puedo ayudar?
-Pues, quería saber de usted.
-Estoy bien. Estoy trabajando en la escuela, ya sabe, debo atender a mi hijo. ¿Usted? ¿Ya está superando la muerte de su abuela y de su esposa?
-Lo estoy intentando, pero no es fácil, yo venía a pedirle ayuda. Necesito que alguien me ayude a superar la situación, pero no puedo solo.
- ¿Quiere que yo lo ayude?
-Creo que sí.
-Mire, Lo puedo canalizar con una especialista aquí, yo tengo muchísimo trabajo y no podría darle la atención necesaria. Eso es lo que le puedo ofrecer – ella también tenía intenciones, por eso lo envió a con otro especialista por aquello de la ética profesional.
- ¿Usted no me puede atender?
-Le repito, tengo mucho trabajo.
-Está bien – Eliseo quería estar con Sheila.
Ya era tarde, Nacho estaba tomando un té de limón en balcón de su cuarto. Pensaba en la vida había sido injusta con él, porque primero le quita a su esposo, el amor de su vida, ahora le quita la ilusión de estar con Gerardo.
Pasados dos meses, Eliseo estaba consternado con la rutina de Sheila. Eliseo optó por rentar una casa cerca de la escuela para no viajar hasta el rancho, se quedaba los días de terapia y los demás se iba al rancho. Pero hubo algo que le llamó la atención, Sheila guardó una maleta en la cajuela de su automóvil, pero un tacón de aguja se asomaba en la mochila ¿A dónde iba?
Continuará…
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