Lo abrazo fuerte y lo besó en la mejilla, luego le dijo:
-Ve al supermercado y me compras pan, huevos, leche, manzanas, peras y enlatados.
Sin decir una sola palabra se fue a hacer el mandado a Eloísa, quien se levantó a bañar, mientras se bañaba cantaba la última canción que más sonaba por esos días en la radio: "si me vas a amar, ámame como los animales porque los humanos no saben amar". Ricky ya estaba en el supermercado comprando todos los alimentos que le encargó Eloísa, no se le olvidó nada. Después de agarrar todos los productos los colocó en una canasta plástica y se fue a pagar a la caja. La cajera lo miraba asombrada, pues tenía los ojos más grandes de lo normal y no tenía ni un solo pelo. Después de pagar salió del Baratón y se fue para la casa. No tardó en llegar, colocó los paquetes sobre la mesa y fue pronto al baño, pues escuchó quejarse a Eloísa, quien había resbalado y se había roto una pierna, eso le pasó por no usar chancletas. De inmediato fue hasta donde estaba el teléfono e hizo una llamada de emergencia. A los diez minutos llegó una ambulancia, se bajaron tres paramédicos con una camilla, en la misma bajaron con mucho cuidado a Eloísa y se la llevaron al hospital más cercano. Ella vivía sola con su robot, quien le salvó la vida.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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