Prensa Amarilla
Por Isabel Rodas
Detuvieron a un hombre que quería llevarse consigo a una nena de entre dos y tres años.
El hecho ocurrió en las inmediaciones de la Avenida Corrientes entre Suipacha y Maipú de la Ciudad autónoma de Buenos Aires.
En el día de hoy alertaron sobre un adulto, no damos su nombre para preservar el anonimato de la menor, intentó llevarse por la fuerza a una niña de dos años.
El individuo, de un metro setenta y cinco aproximadamente, cabello negro y ojos color café, vestía un jean, zapatillas deportivas color negro, un pulover a rayas gris y negro y un abrigo tipo Montgomery gris claro.
La nena lloraba y gritaba y se negaba a ir con esa persona, daba a entender que era un desconocido, que la llamaba insistentemente.
Al ver la escena un transeúnte que pasaba por el lugar avisó a unos agentes de policía que inmediatamente socorrieron a la niña que lloraba desconsoladamente. Interceptaron al individuo y le exigieron que les mostrara sus datos de filiación.
El individuo, tardó unos minutos en encontrar sus documentos, ante la mirada atenta de los agentes.
De repente extrajo de su bolsillo una billetera que contenía varios documentos. Esto produjo en los agentes del orden una atención especial, y varios de ellos lo rodearon.
Varias personas comenzaron a acercarse al lugar a ver qué pasaba, algunos curiosos, otros que querían linchar al supuesto criminal. Y hasta hubo una mujer que no podía tener hijos que se ofreció a hacerse cargo del cuidado de la bebé, hasta tanto aparecieran sus progenitores.
Los agentes le incautaron la billetera y encontraron varios documentos, entre ellos el de una mujer de 35 años.
Al preguntarle al denunciado sobre ello dijo que se trataba de su pareja.
Rápidamente procedieron a buscar información sobre la mujer. Y detectaron que la misma tenía denuncias por violencia de género.
Al confirmar dicha situación procedieron a demorar al hombre que ni se inmutaba, lo que hacía pensar que podría tratarse de una persona peligrosa por lo que llamaron al SAME, para que venga acompañado por un equipo de salud mental, ya que de entre sus ropas, sacó seis blisters de distintos medicamentos desconocidos por la policía.
No descartan la posibilidad de que se tratase de venta de niños vinculados al narcotráfico.
La niña, mientras tanto, miraba la situación sobre la cabeza de una agente a la que le había pedido que le haga "caballito" sobre sus hombros. Y en sus manitos tenía una manzana que mostraba dulcemente y decía en su vocabulario en inglés: "apple".
Finalmente, encontraron información sobre la denuncia de violencia de género que resultó ser la madre de la niña, que tenía como protagonista a un ex de la nombrada y efectivamente, en la actualidad, es pareja del acusado.
El demorado pide que se deje revisar otro bolsillo de dónde saca el documento de la menor, dónde se comprueba que efectivamente es su padre.
Éste les explica que él no podía hacerle "caballito" en los hombros por un problema de salud y que se había olvidado de llevarle manzana cuando la recogió del jardín.
Aclarado los términos, la agente baja a la pequeña al suelo, la gente comienza a disiparse decepcionada de que sólo había sido un berrinche de la bebé. Ésta corre y abraza al joven y dice: "Papi, te amo".
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