Suplicio parte 16

La anunciaron en cabina. Usaba un bikini brilloso, un sostén de manga larga y unas enormes zapatillas. Su cabello recogido, crema en las piernas y un maquillaje atrevido la hacían ver sensual. Sus compañeras agradecían verla de nuevo.
La mujer salió por la pista de baile, los hombres calientes y excitados le gritaban a la mujer. Ella se mostraba segura, caminaba por toda la pista, se arrastraba por el piso y movía el trasero. Su número terminó quietándose el sostén, luciendo sus pechos húmedos y los pezones excitados. Los hombres aullaban. Su especialidad, el tubo fue suyo, le aventaron dinero, muy buenas propinas.

Tres meses después, Nacho se enteraría de algo que le partiría el corazón. Por la mañana, llegó a la oficina, su secretaria estaba en el escritorio ya atendiendo los asuntos de Nacho.
-Licenciado, tiene muchos pendientes. Se fue mucho tiempo.
-Lo sé. Debemos trabajar para sacar el trabajo.
-Seguiré trabajando ¿Necesita algo? – le preguntó la secretaria.
-No. Bueno sí ¿Cómo va Gerardo?
-Bien. Lo que supe es que está tomando capacitación ¿algo más?
-Nada más. Puedes regresar a tu trabajo, gracias.
La mujer sabía lo que pasaba, pero no decía nada, una secretaria debe guardar los secretos de su jefe.
Al día siguiente se lo encontró en el elevador y le propuso verse para platicar.
-Tenía días que no te veía – Nacho quería saber de él.
-Estoy tomando una capacitación y tengo trabajo – respondió Gerardo emocionando.
-Eso me da gusto.
- ¿Y tú? – pregunta Gerardo.
-Bien. Me estoy poniendo al corriente con todos los pendientes. ¿A qué hora sales?
-A las 6. Tenemos tiempo de no comer juntos – Gerardo fue quién lo propuso.
-Tienes razón.
-Podríamos comer hoy. Yo salgo a las 2:30.
-Está bien ¿En el estacionamiento?
-Perfecto.
Esa era una cita. Emocionado regresó a su oficina. Pero esa felicidad no le duraría mucho. Bajó al estacionamiento y en los elevadores lo esperó hasta que….
-Ya nos podemos ir – Gerardo dijo, pero no venía solo.
-Claro.
-Perdón, no la podía dejar sola, me la encontré en el elevador. ¿Puede ir con nosotros?
-No hay problema.
Nacho es un caballero, nunca puso una mala cara, todo el tiempo alegre, conversador y positivo ante la noticia. La mujer se levantó al baño y Nacho le preguntó sobre su relación.
-Es muy guapa - Nacho quería saber qué pasaba entre ellos.
-Lo es. Es de archivo.
- ¿Cuánto llevan?
-Nos estamos conociendo. Pero me interesa tener algo con ella.
-Qué bueno – Nacho estaba decepcionado.

Continuará…