Inicio / Cuenteros Locales / KARISTESE / Suplicio parte 15
Suplicio parte 15
Al día siguiente, Sheila tomó sus cosas y se fue del rancho.
-Creo que mi trabajo aquí ha terminado Sheila estaba agradecida con las atenciones que tuvieron con ella me tengo que ir y estoy agradecida con ustedes y deseo que estén bien.
-Puede quedarse más tiempo si así lo desea Eliseo no la quería dejar ir.
-Gracias, pero tengo un trabajo que atender y desde aquí me es complicado.
-Cuando guste puede venir. Esta es su casa.
-Gracias.
Sheila regresó a sus actividades normales hasta que una propuesta de su antiguo trabajo regresó. Después de quedar huérfana, tuvo que salir a trabajar para poder estudiar una carrera y comer. Una propuesta de bailar en un bar le dio la oportunidad de continuar en la universidad y darle lo mejor a su hijo. Trabajó algunos años calentando braguetas en un bar. Era la atracción principal del bar, el cuerpo bien alineado y la cara de princesa que tenía Sheila, llamaba la atención de los clientes. Había una regla, parecer estar disponible pero no serlo. Estaba prohibido tener relación o irse con algún cliente.
Pasaba largas horas en gym para tener un cuerpo exuberante y ser deseada por los clientes. El dueño del bar la tenía muy consentida, el día que le dijo que dejaría el bar no le gustó la idea porque los clientes la querían ver envolver el tubo con su cuerpo y mostrar ese trasero que sólo ella tiene.
Atendió la llamada del su ex jefe que estaba muy deseoso de verla de nuevo.
-Tu llamada me alegra el día, preciosa.
-Vi un par de llamadas tuyas ¿Qué se te ofrece?
-Que regreses Arturo estaba deseoso de verla de nuevo.
- ¿Al bar?
-Claro dijo el hombre nos haces falta.
-Ya tengo 40 años.
-Pero sigues teniendo el mismo cuerpo de siempre y te sigues subiendo al tubo. Yo ofrezco el doble del sueldo que tenías.
-No se trata de dinero. Mi hijo ya está grande, pronto entrará a la secundaria. Mi trabajo es muy exigente.
-El trabajo es de noche, y por el chilpayate lo puede cuidar el jotito de su padre.
-Nacho no es jotito ¿Me oíste?
-Está bien. Mira
piénsalo, hacemos una cita y me das tu respuesta.
Le dio muchas vueltas al asunto y tomó una decisión.
- ¿Qué piensas haces? -Nacho estaba en el patio levantando pesas.
-Me dieron ganas de regresar. Siempre me la pasé bien en el bar. Sería de 10 de la noche a las 3 de la madrugada.
-No es mucho tiempo.
-Me preocupa Gael.
-No debes, se puede quedar aquí conmigo.
-Estaba muy pequeño cuando yo trabajaba en el bar.
-Creo que Gael es un joven maduro con el que puedes hablar, él sabe que trabajaste en ese bar ¿Cuál es el problema?
-Ninguno.
Así que Sheila aceptaría la propuesta de regresar al bar a bailar en el tubo.
Continuará
|
Texto agregado el 14-08-2021, y leído por 72
visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|