Si de algo estoy seguro al rememorar aquel día, es qué no sabía tu nombre.
De hecho no fuimos, no eramos, y no seriamos amigos. Además tengo la certeza que jamás habíamos conversado con anterioridad.
Pero te había visto en más de alguna ocasión, seguramente en las reuniones que se realizaban cada fin de mes en las instalaciones de la empresa donde laborábamos.
_ ¡Hola!_ Saludé cordial, entrando al pequeño módulo en el cual te desempeñabas como vendedora_ Vine a poner los sellos de garantía de los televisores antes que salgan a la venta. Solo demoraré un par de horas_ Te informé animado.
_ Adelante. Me habían avisado que vendrías_ Respondiste mecánicamente. Recuerdo que estabas distraída; como ausente.
Pasó aproximadamente una hora, cuando decidí descansar un poco saliendo a fumar.
_ ¿Fumas?_ Te pregunté mostrando el paquete de cigarrillos. Sonreíste sin ánimos, y ambos terminamos en silencio sentados uno al lado del otro, sosteniendo humeantes pitillos en nuestras manos.
_ Ayer estaba embarazada_ Susurraste como si te sacases un gran peso de encima.
_ Tus padres deben estar muy contentos_ Dije sin saber que responder. Te veías muy joven para estar casada, y fue lo primero que pensé.
_ Ayer estaba embarazada. Hoy ya no lo estoy.
Recuerdo que giré mi rostro buscando tus ojos, pero tenías la mirada perdida en un océano de tristezas y culpas.
_ El miedo de decepcionar a mis padres se apoderó de mi_ Te quebraste en un hilo de voz_ Qué pensaran que su única hija les había fallado de esta manera.
Hablabas pausado; lanzando intermitente el humo del cigarrillo que quemaba tus pulmones.
_ Lo siento_ Respondí inseguro. teniendo claro que ninguna palabra lograría reconfortar tu alma.
_ A pesar de la anestesia lo pude ver por unos pocos segundos. Pude observar como lo sacaban desmembrado desde mi cuerpo. Pude sentir como trató de respirar y vivir. Y yo solo lo condené a morir_ Llorabas desgarrada; luchando contra la culpa que consumía tu alma.
Te abracé, y las lágrimas que abundantes caían por tus pómulos, no conseguirían entregarte la absolución que necesitabas.