Humedeces tu ausencia desde el cielo como lluvia tenaz en el verano, y bajas gota a gota por el vano sendero entre imposibles y mi anhelo. Agua de manantial hecha consuelo desciendes sobre el cuenco de mi mano que se entrega al presente en el liviano instante de emprender el mismo vuelo. A invisibles espacios voy contigo superado el prejuicio de la muerte y la línea entre inicio y desenlace. Hay un perenne tramo que es testigo de encuentros donde el tiempo se deshace después de agradecer su buena suerte.
Texto agregado el 28-07-2021, y leído por 173 visitantes. (9 votos)