Silencio

Mientras escucho la voz del silencio, espero tranquilo. Quiero pensar que su discreto rubor está frente a mi puerta y espero vestido de esperanza.

Hoy me corroe la nostalgia. Hoy no quiero oír el canto alegre de los gallos ni los maullidos de los gatos enamorados. Tampoco las ranas cuyo croar me parece un lamento por tu ausencia.

He decidido sumergirme en este espacio que dejó tu partida. Flotar en el limbo oscuro en que vivo sin tu risa ni tu piel; sucumbir en este mundo absurdo donde no escucho tu voz ni veo tu pelo ni tu boca.

Hoy… estoy ajeno a todo. No llegan a mis oídos los trinos, el canto de los pinos ni el rumor del arroyo.

Y hoy prefiero evocarte callado porque este silencio me hace sentir cerca de ti, que te fuiste sigilosa… para quizás no volver.