¿Cómo puedo educar sin estar envuelto en la
comprensión crítica de mi propia búsqueda y
sin respetar la búsqueda de los alumnos?
Paulo Freire


Opus 1: Del fuego robado

Comprendí que la verdad era más que un mito
y así quise compartir mi hallazgo con el mundo;
sabía que la inocencia no nos protegería siempre
y que será preciso estar preparado para la lucha,
que retar a la razón es la única salida coherente
y debemos todos aprender a dialogar con ese dios
que vive agazapado en cada uno de nosotros, fe.

Opus 2: La misión

Quise avisar al mundo, prevenir sobre lo que vendría,
yo pensaba que era ese mi cometido, advertirles,
el don de la palabra y el sereno pensamiento crítico,
pero el mundo se ha perdido en una eficaz falacia
y ya no quiere atender a más razones que la suya,
absorto en la más confusa red de desinformación

Opus 3: las dudas

Solo quería una respuesta, una luz o una salida,
el punto intermedio entre la razón y la insensatez,
saber más de mí mismo para poder estar a la altura,
entender el sitio, el lugar en que me ha tocado estar,
ni quiero bajar al inframundo, ni quiero subir a los cielos
y no era mi intención interpretar a un mordaz semidios
que se rebela desagradecido contra su propio creador.


Opus 4: El remedio

Y así me he creado mi propia forma de auto consuelo,
ahora, despertando mi yo más proverbial reparto júbilo,
sentenciando ideas que a mí mismo me cuesta creer,
discutibles gestos de aprobación que encantan,
aunque aviven una dudosa complacencia mutua,
es el remedio para sanar lo que no tiene más remedio.

Opus 5: Las pruebas

Y ya no voy a crear más pruebas contra mí mismo
me voy a acoger a mi derecho de permanecer callado,
aunque tengo miedo de que mi silencio me delate,
que mi mirada se vuelva un arma de intimidación,
que mis gestos desesperados traduzcan mi sentir
que mi omisión, antes tan útil, ahora me condene,
que mi desesperada letra o que mi voz pueda ser grabada.


Opus 6: La realidad

Hoy la realidad ya no es más que mero accesorio,
una coprotagonista que se reinventa a cada día,
como un fénix vive entre convulsiones nerviosas,
que es castigado, a reinventarse cada día,
comprendí que quien juega con fuego se quema
y aunque sé que he de pagar muy cara mi decisión
no voy a dejar que el monstruo silencie mi palabra.

Opus 7: El legado

Germinarán mis palabras en la más fértil tierra
y cuando ya crea que todo fue inútil, allí nacerán,
las inquietas preguntas buscando sus respuestas,
el fuego ya no será más solo la mítica metáfora,
nuestro sueño profético dejará atrás la quimera
y habrá valido la pena no perder la esperanza.