Agarrar la rosa
por las espinas
no es mala idea
cuando se aspira
a acariciar los pétalos.
Hay que sentir
desde ahora la herida
que nos causará
dolor más adelante.
Del dolor se aprende
a no abrir dos veces
la misma herida.
La gracia de la rosa
está en los pétalos
y en las espinas.
hermosa creación
para señalar que en lo hermoso
está el pavor de la belleza.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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Texto agregado el 21-07-2021, y leído por 117
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