Este cuerpo
se despoja del alma
cada noche,
cuando el insomnio
lo atrapa en su celda
hecha de ausencia.
Hoy se encuentra
vacío de certezas,
y anda la incertidumbre
por sus venas.
Se ha acostumbrado a ser
solo un testigo
de cada sinsentido
que se acerca.
A veces llora
porque es de carne y hueso
aunque parece de yeso,
de cera, de cartón,
penumbras
y corazón.
Texto agregado el 14-07-2021, y leído por 184
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-Este poema tiene algo que no deja indiferente y ello me lleva a pensar que el dormir del cuerpo es el descanso cotidiano del alma. -Un abrazo. Vicenterreramarquez