El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe
colectivo, un grupo humano. Refleja así,
aunque sin intención previa, mi sentir íntimo:
el único héroe válido es el héroe ‘en grupo’,
nunca el héroe individual, el héroe solo.
(Héctor Germán Oesterheld)



Prefiero ser el héroe colectivo que el héroe individual,
así lo quiero anunciar, sereno, para prevenir al mundo
y quiero decirlo para que lo dicho no se desvanezca
en la estéril proclama que se pierde en el tiempo,
porque el tiempo es esquivo y ya mismo se nos va.

No quiero ser yo los puntos suspensivos del silencio,
ni el canto de una sirena varada que nos advierte;
voy a ser la acción para cada pregunta sin respuesta,
porque ahora omitirse es condenar la propia naturaleza
y no vestir la causa es como abrazar la propia muerte.

Quiero y lo quiero todo como aquel errante parisino
que anunciaba el fin para su único amigo sin sorpresa,
lo hago por la vida de cada hermano que ni conozco,
desde el prójimo más lejano hasta el próximo más ajeno
y voy a ser el uno para todos cuando todos nos aunemos

Quiero invertir mi propia imagen y voy a comenzar a ser
aquel que abraza su propia ideología en sereno desacato,
el que observa a través de su lente el macabro ritual
y huir del cómodo desatino de quien solo ve la vida
vida que pasa por tras del cristal y nunca se atreve.

Quiero ir hasta lo más fondo de tus pensamientos
en la certeza que estás entendiendo la razón de mi ser,
en la difícil misión que yo mismo me he interpusesto
en estel difícil tiempo que ya no es más mi tiempo,
cuando la metafórica nieve de nuevo vuelve a caer.