Me dijeron que murió con una sonrisa y los ojos alegres también... Le conocía por más de 40 años y no fueron más que los últimos 20 años cuando nos hicimos entrañables... Su muerte me dolió pero soy una persona diferente... No voy a velorios y no gusto reuniones sociales... No le vi más... Han pasado los años y una noche en que bajaba las escaleras de casa, tropecé y caí rodando hasta el primer piso... No perdí la conciencia pero la cabeza y los brazos estaban muy mal... Trate de levantarme y no pude... Vivía solo y eso fue más duro... De pronto sentí que alguien entraba por la puerta y cuando estuvo frente a mis ojos le ví... Era mi amigo, ya muerto por más de 2 meses... Me ayudó a levantarme y me cargo hasta llevarme a un sofá... Me cubrió con una manta y me dijo que descansará... Cerré los ojos y dormí... Cuando desperté, mi amigo aún estaba a mi lado, sonriendo... Era como un Sol de un buen día... Le pregunté cómo era estar muerto... Me miró y me dijo si quería en verdad saberlo... Si, respondí... Sígueme, me dijo... Me levanté y los dolores había desaparecido... Salimos a la calle llenas de gente y entramos a una casa bastante antigua... Aún quieres saber?... Le dije que sí, que confiaba en él... Entramos en aquella casa de color blanco pero bastante solitaria y muy sucia... Y subimos una escalera... A medida que subíamos el piso se transformaba en barro, fango muy profundo... Mi amigo sostenía mi brazo y subimos sobre aquella mar de barro y paredes despojadas hasta llegar a un piso con una alfombra roja... Vi a mi amigo soltarme y dejarme solo... Le vi que se unía a una persona alta y sin cabellos vestido todo de blanco... Pensé que era un santo... Mi amigo le hablo en un idioma diferente pero pude sentir que hablaban de muchos trabajos... Me acerqué a una de las ventanas y vi a millones de seres como hormigas corriendo en una y otra dirección... Estaban perdidos fue mi impresión... Mire el techo de aquel cuarto y había dibujos de tantas personas que parecían observarme atentamente... Busque a mi amigo y no lo pude encontrar... Decidí salir de aquel lugar... Mire las escaleras pero éstas parecían volverse de agua y barro... No podía salir... Es esto la muerte?, Me pregunté... Y todas las almas de aquel lugar cantaron una vieja melodía que cantaba de niño... Me eché y trate de dormir y dormí... Cuando abrí los ojos, estaba en un hospital con los brazos enyesados y en la cabeza un moretón como una pelota de béisbol... Y el dolor vino... Supe que habia conocido la muerte y la vida me había dado otra oportunidad y esta vez sí sonreiria ante la amistad y el amor que tocase la puerta de mi viejo corazón...